La naturaleza es increíble y tiene muchas maravillas para ofrecernos. Estar en contacto con ella nos ayuda a recargar energía y relajarnos, por lo que es el mejor remedio cada vez que necesitamos ordenar nuestros pensamientos y recuperar la serenidad. Un paseo por el parque, por la orilla de la playa…va a tener un impacto positivo en nuestra salud física y mental. descubre en este artículo, 10 beneficios que nos aporta de manera directa la naturaleza.

Beneficios del contacto con la naturaleza

1. Caminar sobre un terreno irregular ejercita la fuerza y el equilibrio

Caminar es una de las acciones primarias que caracterizan al ser humano. Esta actividad puede ser nuestra forma más natural de hacer ejercicio y los humanos lo aprendimos en superficies irregulares, lejos de los suelos asfaltados regulares y lisos de la sociedad moderna que se adaptaron a la vidabilidad de los coches.

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2. El contacto con la naturaleza desarrolla la capacidad de observación

Uno de los mundos que el niño experimenta por medio del juego es el mundo de la naturaleza: buscar insectos, tocar la textura de los árboles, oler las hojas. Al jugar con la naturaleza, los niños conocen otras formas de vida, el mundo de las plantas y de los animales, y los elementos de la tierra, el aire, el fuego y el agua. El objetivo de la  observación no es solamente estar atento a la belleza de la naturaleza, esos pequeños detalles que llenan de magia y encanto nuestra vida cotidiana, para nutrirnos con su energía.

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3. Un niño es más creativo cuando juega al aire libre

Entre las muchas ventajas que tiene para el niño pasar tiempo en espacios abiertos está el hecho de que se potencian sus cualidades psicológicas: esto se refleja en el aumento de su creatividad, curiosidad y toma de decisiones. Todo se transforma (una ramita se convierte en una varita mágica).

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4. Jugar al aire libre anima a mirar a lo lejos, lo que es bueno para la vista

Está demostrado que mirar más lejos de lo que estamos habituados a hacer como ver el ordenador o el móvil, desestresa los músculos oculares y permite relajar nuestra vista ayudando a una mejor visión.

5. Moverse al aire libre tiene un efecto beneficioso en la gestión del estrés

Pasar tiempo en la naturaleza puede ayudarlo a aliviar el estrés y la ansiedad, a mejorar su estado de ánimo y a potenciar los sentimientos de felicidad y bienestar. No importa que lo llamemos baños forestales, terapia ecológica, conciencia plena en la naturaleza, tiempo en espacios verdes o curación natural: los seres humanos evolucionaron al aire libre y un viaje de regreso a la naturaleza proporcionará beneficios a su cerebro.

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6. El contacto directo con un entorno natural despierta los 5 sentidos

Nuestro cerebro se nutre con la información que recibe a través de los 5 sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto, y todos son igual de importantes a la hora de percibir un entorno agradable.

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7. Jugar en la naturaleza enseña a conocer y respetar mejor la naturaleza

También se trata de tomar conciencia de esa interconexión y desarrollar la intención y la capacidad de no dañarla de ninguna forma.

Piedras de madera :Estas 20 piedras de madera con forma orgánica están inspiradas de la naturaleza para liberar el potencial de creatividad instintivo de cada usuario. Se han limado de manera extremadamente lisa para realzar el grano y los tonos naturales de la madera. Los diferentes tamaños permiten a los niños entender el concepto de peso y gravedad y trabajar la noción de clasificación.

Arco iris de madera pastel: ¡Un gran clásico en versión pastel! El gran arco iris de madera multicolor es muy versátil y perfecto tanto para los pequeños, como para los mayores. Comenzarán apilando las piezas, clasificándolas por tamaño, y luego las usarán como una valla para animales, una cuna para una muñeca, un túnel o incluso un puente para cochecitos.

8. Jugar en la naturaleza ayuda a cultivar la curiosidad y el asombro antes la belleza

Con la mesa luminosa, puedes realzar los colores y formas naturales de las hojas, piedras, musgo o ramas…y disfrutar de un espectáculo formidable.

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9. Un paseo por la naturaleza enriquece el lenguaje ya que nombramos e identificamos los insectos, las texturas, los matices, las sensaciones…

Durante la primera infancia, especialmente antes de los 3 años se debe estimular la exploración en el niño. Con este producto no se trata de «recrear la naturaleza», sino de llevarla al niño. ¡Una bandeja de exploración con múltiples usos! Con varios decorados distintos, el niño puede divertirse creando múltiples escenarios posibles: el bosque, la selva, la granja… y si no, ¿por qué no llenarlo de arena o agua y disfrutarlo de esa manera?

10. Un niño se siente libre en la naturaleza

“Los niños tienen sus propios modos de ver, pensar y sentir y no hay nada más loco que intentar sustituir los suyos por los nuestros”, escribió Jean Jacques Rousseau en el siglo XVIII. El psicólogo de la Universidad de Harvard Howard Gardner afirma que la autoeducación al aire libre produce “conocimiento conectado” que forma parte de la vida.

Según Randy White, experto en aprendizaje en entornos naturales, los niños conservan una tendencia biológica, instintiva, a establecer un vínculo con el mundo natural: una diversidad sin fin; una realidad que no ha sido creada por el ser humano; la sensación de atemporalidad; y ser el hogar de los animales libres.

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