En Hop’Toys somos fans de las terapias asistidas con animales. ¿Por qué? Muy sencillo: es una manera maravillosa de provocar en el niño el interés por la actividad al sentirse atraído por el perro, el caballo, etc permitiéndole concentrarse en la actividad. Lo que nos permite poder trabajar diferentes aspectos, desde las emociones, a la motricidad, a conductas a reforzar,etc
Es por ello que realizamos diferentes colaboraciones, en forma de donaciones de productos, con proyectos que basan sus terapias en estas interacciones con animales. Una de nuestras colaboraciones ha sido con i-Dogs y su perra de asistencia y terapia Naroa. Os dejamos el artículo que han escrito para nosotros:
«En i-Dogs, basamos nuestros entrenamientos en Refuerzos Positivos, esto quiere decir, que buscamos el disfrute y bienestar del animal en el desarrollo de las sesiones, y la actividad se presenta como algo lúdico y agradable para el animal.
Gracias a HopToys, hemos introducido un nuevo elemento en el entrenamiento de nuestros perros para luego poder introducirlos en las sesiones. Nos gustaría contaros como estamos introduciendo los buzzers como un elemento de trabajo más para el equipo humano y animal de i-Dogs.
A simple vista, lo que se aprecia en la imagen es a Naroa (perra de terapia) tocando un buzzer magnético con sonido bajo una petición de su guía. Vamos a desmenuzar un poco más esta imagen y vamos a pasar a analizar dicha conducta.
Este tipo de conductas en el que la perra nos ofrece un comportamiento bajo un discriminativo (petición por parte del su guía o del usuario), aparece una conducta por parte del animal y esta genera una consecuencia clara, medible y apreciable tanto para el animal como para el humano, siendo reforzada.
Para ello utilizamos el clicker en un entrenamiento con refuerzo positivo (estímulo puente que avisa al animal de que ha ofrecido la respuesta que buscábamos y será reforzada).
Entrenando a Naroa con los buzzers, observamos un timing más ajustado que el sonido del propio clicker accionado por los humanos, puesto que ella misma es quien produce el sonido al accionarlo correctamente. Hasta que no escucha el sonido del buzzer no finaliza la orden y por lo tanto no será recompensada.
Lo que nos puede suceder en un entrenamiento en el que el perro tiene que hacer diana de una determinada manera y con una determinada fuerza en un pulsador, si no se aprecian rápidamente las consecuencias de dicha acción, es que los humanos podemos equivocarnos al accionar el clicker. Y nos adelantamos, accionándolo sólo por el hecho de que el perro toca el pulsador, pero no llegamos a obtener la consecuencia deseada de dicho comportamiento (medible y/o apreciable por los humanos).
Al ser el mismo buzzer el que emite una respuesta, el perro aprende rápidamente con qué fuerza y de qué manera debe accionarlos para obtener su refuerzo.
En relación al entrenamiento de perros de asistencia y terapia, nos ha encantado el buzzer amarillo y lo encontramos realmente útil para el entrenamiento de perros señal. Utilizándolo como un timbre inalámbrico para poder realizar los entrenamientos.
Uso de los buzzers en una sesión de secuencia lógica temporal
Utilizamos los buzzers en las sesiones, colocándolos a distancia suficiente unos de otros y son los usuarios quienes indican a Naroa cuál es el buzzer que debe tocar.
Por ejemplo en la actividad que realizamos para ordenar una secuencia temporal lógica, “Aseo del Perro” para pasar luego a realizar un taller de “peluquería canina”.
Iniciamos la actividad presentando las imágenes a los participantes. Colocaremos los buzzers en la pared o pizarra magnética, y en cada uno colocaremos una imagen de la secuencia a ordenar, preferiblemente a distancia suficiente para que puedan dirigir ellos a la perra al que desean.
Al ser de diferentes colores, también podemos asociar dicho color a lo que sucede en su imagen correspondiente, y los participantes podrán indicar el color al que desea que la perra acuda y lo haga sonar. Iremos colocando las imágenes en el orden correcto manteniéndolas con los buzzers magnéticos.
En relación a las tarjetas y si queremos ampliar la actividad, podemos utilizar otro material de HopToys “La Caja de los Secretos” en el que podemos guardar los objetos que se han trabajado en la secuencia temporal. Los participantes deberán indicar sólo con el tacto, el objeto que están tocando.
Para finalizar la actividad, los usuarios podrán utilizar el material extraído de la caja con la perra. Cepillarla, utilizar champú en seco, colonia, etc… y así reforzar el vínculo con ella. Dejaremos espacio para que expresen libremente aquello que más les ha gustado y aprovecharemos para preguntarles cosas sobre perros con los que han podido tener contacto mientras realizan las acciones de aseo y cuidado del animal.
Pasamos a describir algunos aspectos que se trabajan y beneficios de la actividad asistida con el perro en las diferentes áreas (cognitiva, psicomotriz, sensorial, afectiva, psicosocial y conductual):
1.- Secuencia lógica
2.- Identifica más detalladamente los objetos, señalando diferentes características en ellos
y agruparlos en categorías. Ubica su cuerpo en relación a su espacio (dentro, fuera, arriba, abajo, cerca de, lejos de)
3.-Categorización y lenguaje. Fomentamos la participación activa del usuario y dejamos espacio para que pueda expresarse libremente y verbalice sus experiencias previas, etc.
4.-Pensamiento abstracto.
5.-Motricidad (fina y gruesa) y coordinación.
6.-Seguimiento de órdenes.
7.-Respeto de turnos.
8.-Trabajo cooperativo.
Los aspectos claves de una sesión con animales, son por un lado la motivación que despiertan los animales en las personas, que nos permite trabajar los objetivos planteados inicialmente por los profesionales y por otro lado el vínculo afectivo con el animal, que nos permite abordar otros aspectos sociales y emocionales que aparecen gracias a la presencia de éste en la actividad.
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