No es nada fácil abordar ciertos temas con tu hijo adolescente y en muchos casos simplemente hablar. Nuestro cuerpo cambia en este periodo de la vida y a veces se sienten perdidos. Pero ¿cómo hablar de la adolescencia con un niño con discapacidad?
1. Elegir el buen momento
Privilegie un momento en el que estéis solos o cuando sientas que el niño está abierto y receptivo a la conversación. Si no le apetece hablar en el acto, no lo presiones e intenta la conversación en otra ocasión.
2. Pregúntale lo que ya sabe
Pregunta a tu hijo lo que sabe sobre la adolescencia, lo que implica, los cambios, las preocupaciones: es un buen punto de salida para la conversación y libera la palabra. ¡Seguramente estarás sorprendido/a de todo lo que sabe!
3. Utiliza los términos apropiados
Los niños con necesidades especiales, tales como el autismo, pueden insistir sobre una palabra o una expresión en particular y utilizarla todo el rato…Por esta razón, es importante comenzar a utilizar los términos normales para las partes del cuerpo y sus funciones. Muchos adultos no conocen o no se atreven a pronunciar ciertas palabras como vulva o pene. debes utilizarlas para que el niño las identifique a su cuerpo, sus partes íntimas y su anatomía en general.
4. ¡Decirle que es normal!
Un cuerpo que cambia puede generar ansiedad en el niño o inquietud. debes explicarle que el cuerpo de todo el mundo cambia, algunos de formas más rápida que otros. dile que cada uno es diferente: algunos serán grandes, otros más pequeños, el peso también va a variar según los niños…Explícale que cada persona es única y que su desarrollo lo es también.
5. Leer libros juntos
Algunos niños son más visuales, las explicaciones con palabras no les convienen. Por ello con los libros puede ser más fácil abordar temas, situaciones sociales y utilizarlas cada vez que lo necesiten.
¿Cómo se lo explico? de M. Mateo-Morales y B. Represas. A través de un lenguaje sencillo y con muchos ejemplos, los padres podrán conocer las diferentes etapas del desarrollo psicosexual de sus pequeños para comprenderlos y mejorar la comunicación familiar. De esta manera podrán convertirse en los «educadores sexuales» que sus hijos necesitan.
6. Explícale las etapas de la adolescencia
Toma tu tiempo para explicarle los detalles de cada etapa de la adolescencia, de cada cambio, como la altura, la voz, el cutis y en muchos casos el humor o el estado de ánimo. En realidad hay 5 etapas para ambos sexos que puedes explicarle para darle confianza y evitar ciertos temores.
7. Explícale la noción del «consentimiento»
Es indispensable darle toda la información necesaria para que comprenda lo que se debe hacer si alguien intenta tocarlo de una manera inapropiada o de agredirlo. Hay que explicar que es su elección y que si no quiere compartir esta afección con esa persona, no está obligado y tiene todo el derecho de rechazarlo, de decir «no». Puedes realizar una lista de persona con quien el niño puede confiarse si hay algún problema y decirle que no debe guardar el secreto.
8. Que comprenda que siempre estarás disponible
Puedes explicarle que tú también has pasado por el mismo periodo de la vida. Y que por eso sabéis la importancia de poder hablar, expresar las dudas los miedos y saber que hay alguien que te escucha. Dile que siempre estarás ahí por él/ella y que no existen las preguntas tontas, que es normal preguntar y normal de dar una respuesta. Que lo vas a querer siempre, sea cual sea la pregunta.
9. Continúa a hablarle de forma regular
La percepción de la adolescencia y la pubertad difiere conforme el niño/a crece. No dudes en hablar de forma regular y constante a lo largo de esta etapa para guiarle en los cambios de su cuerpo o en cada evento que puede surgir en su día a día: un amigo va a tener un hermano….¡Aprovecha para hablarle de la reproducción! ¿Ha olvidado ponerse desodorante? Háblale de la higiene personal.
10. Sé sincero y honesto con él/ella
Responde sin rodeos a sus preguntas, y si no sabes la respuesta o tienes dudas se dices. Podéis buscar juntos por Internet un poco más de información, sobre todo páginas web fiables, o simplemente al médico si vuestro hijo da la autorización, puede ser también un hermano mayor o bien un amigo de la familia. Quizás, a veces, hay preguntas que quedan sin respuesta ya que no hay respuestas universales: ¡admítelo de forma natural!
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