Las vacaciones están aquí, y como con el coche, la silla de ruedas necesita quizás una pequeña revisión. Seguramente que durante todo el año está continuamente sometida a duras pruebas con los cambios de transporte o las manipulaciones en los trayectos. En este artículo encontrarás 5 consejos para que este verano esté todo perfecto.
Los neumáticos y cámaras de aire
Tienen que estar bien hinchados y en buen estado. Comprobarlos a primera vista está bien, pero te aconsejamos ¡prestar muchísima atención a la profundidad de los surcos en el caucho! También hay que controlar la presión. Cuidado si son demasiado blandos, la silla será difícil de manejar. Por el contrario, si están demasiado hinchados, corres el riesgo de la explosión. ¡Vigilancia!
Los frenos
También hay que asegurarse de que funcionen bien. Es el punto más sensible de los ajustes. Entonces es la persona en silla de ruedas la que debe asegurarse de que funcionan correctamente. Objetivo: encontrar el equilibrio adecuado entre flexibilidad y eficacia.
Algunos harán la última prueba del derrape controlado…
Los accesorios
Los reposapiés, los tornillos y las tuercas. Lo mejor es desmontar cuidadosamente todas estas pequeñas piezas. Cables, pequeños escombros, pelos … Probablemente encontrarás maravillas de todo tipo… aunque parezca que todo está bien, estas pequeñas piezas necesitan ser limpiadas. Así que tómate tu tiempo y procede metódicamente quitando y limpiando cada pieza una tras otra. Y, sobre todo, no todas las piezas a la vez. Entonces evitaremos el problema de IKEA con la maldita pieza que nos queda al final, desparejada, imposible de encontrarle su sitio…
El asiento
Al menos una vez al mes, es bueno hacer una gran limpieza. Lo más fácil es tomar una esponja con un poco de jabón y agua caliente. Ten cuidado con las piezas que pueden oxidarse y alterar el buen manejo de la silla.
Atención el agua de mar
Último consejo para los fieles de la playa. No te olvides que el agua salada es muy mala para las sillas. Así que no te olvides de la pequeña limpieza de la superficie, indispensable para quitar la sal.
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