¿Estás inundado de trabajo? ¿Tienes la impresión de que nunca te detienes, y a fuerza de intentar llegar a todo, pierdes un poco de lucidez? Como todos los padres de un niño discapacitado, tienes que hacer frente a muchas exigencias. A continuación, te damos algunos consejos que te ayudarán a gestionar mejor tu tiempo, a ser más eficiente y, sobre todo, estar más sereno.
Respeta tu reloj interno
Algunos son más eficaces por la mañana, otros por la tarde, y otros alcanzan su máxima concentración ¡en medio de la noche! Tengamos esto en cuenta al planificar nuestra agenda. Lo importante es escuchar a tu cuerpo para no estar «sobrecargado». Algunas personas, por ejemplo, están más en forma por la noche y aprovechan la calma para avanzar en tareas importantes. Ser un buen estratega significa saber encontrar el momento adecuado, es decir, el momento adecuado para uno mismo pero también para los demás. Siempre te equivocas con tu cuerpo, así que en vez de forzarte, tienes que organizarte.
Deja de «consumir el tiempo»
Tus colegas, tu familia, no importa cuanto agradables sean o cuanto los quieras, a veces pueden comer todo tu tiempo. Lo mismo ocurre con el teléfono, las reuniones interminables, los imprevistos, los mensajes… Saber cazar por minutos si quieres llevar a cabo tus prioridades diarias. ¡Eres tu propio guardián del tiempo! De la misma manera, no pierdas tu tiempo revisando tus e-mails cada 5 minutos… Es más útil establecer franjas horarias para estas actividades «pasivas».
Usa el método Pomodoro
La técnica del POMODORO («tomate» en italiano) se basa en el uso de un temporizador como el Time Timer. Sólo tienes que ajustarlo a un tiempo que te parezca realista, y eliminar todas las posibles distracciones para que puedas concentrarte en la tarea que tienes entre manos. Entonces date un pequeño descanso (5 min) para poner tu atención en descanso y estarás listo para una nueva tarea. Este método permite ser más eficiente al estar lo más enfocado posible en una tarea durante un período de tiempo determinado.
Utiliza los mapas mentales
Usa un organigrama para preparar y hacer un seguimiento de tu trabajo de la semana. Este mapa mental será una parte estratégica de tu organización y de la gestión del tiempo. Idealmente, construye el mapa cada domingo basado en el mapa de la semana anterior. Este mapa permite tener una visión más global de las tareas a realizar y controlar su progreso con mucha flexibilidad, a la vez que tienes la satisfacción de poder medir el progreso de tu trabajo.
>> Utiliza los mapas mentales para organizarte mejor
Gestionar mejor las prioridades
Otra táctica para administrar su tiempo es escribir 4 ó 5 cosas prioritarias al principio de la semana. Establecer una lista de tareas ayuda a compensar la pérdida de lucidez que experimentas cuando estás en el manillar. Por ejemplo: rellenar un expediente concreto, conocer a los padres de un paciente concreto, hacer un balance de un paciente, llevar a los niños al zoo, rellenar un expediente de cuidados complejos, concertar citas importantes… Cuando en algún momento de la semana se sienta abrumado, hágase esta pregunta: «¿Estoy contribuyendo al logro de una de mis prioridades? ». Si no, deja de lado esta tarea y sigue adelante!
La matriz de Eisenhower
Las soluciones para priorizar tareas y tomar decisiones no son algo nuevo. De hecho, una de las mejores estructuras para la toma de decisiones y gestión del tiempo la inventó, hace medio siglo, el maestro de la productividad de la vieja escuela y hombre muy ocupado, Dwight Eisenhower, el presidente número 34 de los Estados Unidos.
La matriz de Eisenhower es una manera fácil y , sin embargo, extremadamente efectiva, de averiguar cómo priorizar tus tareas de tal manera que las más importantes no se opaque con respecto de las tareas urgentes, repentinas e inesperadas.
- Tareas «importantes» y «urgentes». Estas tareas reciben el nivel de prioridad 1 y debes enfocar toda tu atención en completarlas.
- Tareas «importantes» pero «no urgentes». Estas corresponden a metas de largo plazo y tareas que son importantes para tu desarrollo profesional y personal pero que no tienen una fecha de vencimiento explícita.
- Tareas «no importantes» pero «urgentes». Estas son las tareas que puedes delegar o programar para después, cuando hayas terminado las tareas del primer cuadrante.
- Tareas «no importantes» y «no urgentes». Estas tareas se colocan en el 4to cuadrante y son las que deberías dejar de lado y eliminar.
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