El 21 de junio es el Día Internacional del Yoga. Este año, el día se celebra en un momento en el que el COVID-19 sigue vivo. Su objetivo es dar a conocer los numerosos beneficios de esta actividad, especialmente en lo que respecta al bienestar físico y mental. De ahí la importancia de este momento para todos. Aquí presentamos 5 buenas razones para practicar yoga.
1. Gestión emocional: el yoga es una fuente de bienestar
Verdadera técnica de desarrollo personal, el yoga permite a niños y adultos tomar conciencia de su cuerpo y sus emociones. Con la práctica del yoga, vivimos en el respeto a nosotros mismos y a los demás. La gestión de las emociones es esencial para la buena convivencia. Por último, se adapta a todas las edades y discapacidades, por lo que todos pueden practicarlo y disfrutar de sus maravillas. Nadège Pétrel es enfermera de guardería desde hace 10 años, profesora de yoga y especialista en masaje para bebés. Está formada en diversas prácticas y técnicas de bienestar y crianza. En este artículo, nos aporta su experiencia en bienestar, autoestima y gestión emocional en una entrevista llena de amabilidad.
2. Yoga para los ojos
La vocación del ortopeda es detectar y rehabilitar los trastornos de la visión. Lleva a cabo evaluaciones como la de insuficiencia de convergencia, evaluaciones neurovisuales y evaluaciones de la visión (que pueden realizarse a partir de los 6 meses). Este primer paso permite evaluar las capacidades visuales del niño y, por tanto, los trastornos a tratar. Una vez realizada la evaluación, los ortoptistas establecen un protocolo de reeducación adaptado a cada niño y a sus trastornos. Paralelamente a la rehabilitación ortopédica, el yoga ocular permite que los músculos oculomotores tomen conciencia y se relajen. Los niños pueden realizar algunos ejercicios sencillos como: el ejercicio de la pluma, el reloj, el masaje de tres puntos, el palmeo y la pequeña sesión de tambores.
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3. Discapacidad y yoga
Los intercambios entre usuarios de sillas de ruedas y personas sin discapacidad que practican yoga han demostrado los efectos positivos de esta práctica para todos. La idea de animar a las personas con discapacidad a descubrir los beneficios del yoga se le ocurrió a la asociación Handi’Yoga, que recurrió a un profesor de yoga cualificado para desarrollar una práctica adaptada a todas las discapacidades. Las clases son similares a las sesiones clásicas, pero están adaptadas a las discapacidades del yogui. Agnès, profesora de yoga titulada, ha decidido trabajar en sus clases para personas sin discapacidad y adaptarlas inmediatamente a las personas con discapacidad. Así, podrán relajarse, estirarse y armonizar su cuerpo y su mente como cualquier otro yogui. Gracias a esta práctica, podrán reconectar con su cuerpo y ganar confianza a través de las diferentes posturas.
Sol Abad, tras 20 años como profesional de las artes escénicas, su vida dio un giro a tras una formación de profesora de yoga en la India. Ahí nació su proyecto Do Ananda Yoga. El Yoga del corazón. Hoy, tras de cuatro años de experiencia dando clases para personas de diferentes edades y diferente tipo de discapacidad, su verdadera formación son sus alumnos: “Aprendo de ellos, del día a día, con o sin palabras, con o sin gestos, en un sentir vibracional de conexión absoluta”
4. Beneficios para los niños
Con este deporte, los niños aprenden a concentrarse de forma lúdica. Mejoran sus habilidades motrices, entrenan su sentido del equilibrio y refuerzan así su salud y su forma física. El yoga también ayuda a los niños a mejorar su confianza en sí mismos, ¡y es divertido! Para los niños con necesidades especiales, les ayuda a relajarse, aceptarse a sí mismos y reducir el estrés y la ansiedad. En cuanto a los ejercicios a proponer a los niños, no utilizaremos el nombre sánscrito, sino que hablaremos de «león rugiente» o «flor de loto». Todos los nombres, inspirados en la naturaleza, tienen un impacto muy positivo en los niños.
5. Práctica en el aula
En sus aulas, los profesores suelen tener dificultades para conseguir que los alumnos vuelvan a concentrarse (después del recreo, al volver de la cantina, etc.). Estas situaciones crean estrés tanto para el profesor como para los alumnos. Al practicar yoga, los niños tienen tiempo para liberar su tensión, concentrarse en el cuerpo y hacerlo en un entorno tranquilo.
Los ejercicios en el aula pueden tener lugar en diferentes momentos del día.
- Rituales matutinos: estiramientos, respiración, automasaje…
- Los ejercicios antes de un aprendizaje específico: elige el ejemplo del automasaje de los oídos antes de un trabajo que requiere una escucha atenta
- Ejercicios para hacer en el gimnasio
- Ejercicios relacionados con los sentidos: experiencias relacionadas con la exploración sensorial
- Relajación, al principio de la tarde.
Tanto si eres un adulto, un niño o tienes necesidades especiales, el yoga es un deporte apto para todos. Tiene muchos beneficios, tanto físicos como emocionales.
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