En verano, cuando vivimos o tenemos la suerte de ir de vacaciones junto al mar, nos encanta llevar a nuestros hijos a la playa. Por la mañana temprano para evitar el calor y disfrutar del aire fresco y los espacios abiertos. La playa, si está bien preparada, es un fabuloso patio de recreo para los niños. Así que aprovechamos estas miniexpediciones familiares para realizar actividades gratuitas y no dirigidas con nuestros hijos. La arena y el agua son ideales para el juego libre y atraen la imaginación de los niños, permitiéndoles desarrollar sus habilidades motoras, su pensamiento lógico y su creatividad. Descubre 15 actividades divertidas y educativas para hacer en la playa.
1. El incondicional castillo de arena
¡Una exploración táctil! La primera vez que tocan y descubren la arena, los niños pequeños se sorprenden por su textura, ya sea seca o húmeda. Son muy curiosos, no entienden por qué se les pega en las manos, intentan quitárselo frotándolas y a veces les molesta. Pero cuando jugamos con la arena mojada, al borde del agua, entonces gana la fascinación del descubrimiento sensorial. Cavar en la arena, ponerla en la mano, meterla en el cubo, descubrir qué densidad de arena es la mejor para que su castillo se mantenga en pie, hacer estalactitas (¡un reloj de arena natural y tan fascinante y relajante!)…
Puedes acompañar a tu hijo, enseñarle los gestos o dejarle libre en la realización de su castillo de arena. Puede modelar formas (no dude en desviar objetos y contenedores), construir murallas, puentes, ciudades… e imaginar historias. Para multiplicar por diez su imaginación, no dudes en meter en tu bolsa de playa figuritas (animales del Pacífico, por ejemplo).
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2. Trasvaseando
Llenar, vaciar y volver a empezar, a los niños les encantan los juegos de decantación, que son a la vez una fuente de diversión infinita y una mina de aprendizaje para ellos. Son actividades atemporales que les permiten trabajar muchas más habilidades de las que podrían pensar. Desarrollan la motricidad fina, la coordinación mano-ojo, descubren materiales y texturas, ¡e incluso el principio de Arquímedes!
Agua de mar, arena, conchas, unos cuantos recipientes de distintos tamaños, una pala y ¡ya está! Para que se divierta durante horas (y para que tú puedas burbujear en tu toalla ;-) pon a su disposición todo un conjunto de recipientes (cubos, botellas, vasos…) y pequeñas herramientas para transportar el agua. No se cansará de llenar, vaciar, rellenar, pero también de mezclar, remover, hacer pociones, cocinar…
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3. Dibujar de manera diferente
El dibujo transpone la necesidad de expresión del niño y es un paso clave en el camino para aprender a escribir. Para ayudarle a inventar, a expresarse o a acostumbrarse a escribir y porque el dibujo no es sólo una hoja de papel y un lápiz, sugiérele que dibuje en la arena. Esto aporta nuevas sensaciones al niño, es más fácil en términos gestuales para aquellos que no saben (todavía) sostener un lápiz o tienen problemas con la motricidad fina. Por último, permite al niño tomar conciencia de su cuerpo, ajustar la potencia de sus dedos en la arena para hacer líneas más o menos finas.
4. Aprender matemáticas
Con un palo de madera recogido en la playa o incluso con los dedos, se dibuja una rayuela en la arena con un número en cada casilla. A continuación, se pide al niño que haga algunos cálculos y debe saltar a la casilla o casillas con el resultado correcto. Una actividad que permitirá a los niños mayores repasar las tablas de multiplicar mientras se divierten.
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5. Rompecabezas para los niños = 30 minutos de tranquilidad para los padres
¿Quiere relajarte en tu toalla sin tener que ver tu hijo todo el día o reconstruir Versalles como un castillo de arena? Lleva el juego Logic City : Este estuche de juegos de manipulación ofrece en cada tarjeta modelo una escena para reconstruir con los cubos de madera. 3 niveles de dificultad para un enfoque progresivo. 45 tarjetas modelo. Dim. Cubos de madera de 3,3 cm. A partir de 3 años. Potencia el razonamiento y estimula la lógica matemática. Favorece la discriminación e identificación de formas geométricas y colores. Facilita la adquisición de conceptos espaciales, volúmenes, grande-pequeño, alto-bajo, corto-largo, formas geométricas, etc., así como nociones espaciales.
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6. Las raquetas
La playa es el lugar perfecto para jugar con las raquetas, ya sea en la arena o en el agua. Es un ejercicio físico en el que se puede trabajar la coordinación mano-ojo, el sentido vestibular y la motricidad fina. Pero cuando el niño sólo devuelve una pelota o un volante de cada 20, los padres, el hermano mayor o los amigos de la playa pueden perder rápidamente la paciencia. Para facilitar el juego, ¿por qué no optar por raquetas muy ligeras y sobre todo mucho más anchas? Y para tus juegos de pelota, ídem, elige pelotas que ofrezcan un mejor agarre.
Mega raquetas de badminton : Muy ligeras, con un gran tamiz, un mango corto para facilitar el juego y una red alveolada que permite un intercambio de la pelota más lento. El mando ergonómico de espuma es muy cómodo y permite una fácil sujeción. ¡Escoge una de nuestras pelotas algodón o succès ball, y disfruta del bádminton!
Pelota supersafe : Esta pelota está rellena de microesferas, por lo que es muy maleable. Su superficie se sujeta a los dedos y estos se hunden cómodamente para facilitar el agarre.
7. El juego del paracaídas
«Un clásico de la pedagogía Montessori, el juego del paracaídas es un lienzo grande, colorido y muy sólido que ofrece muchas actividades y momentos de intercambio y puesta en común que favorecen la cooperación. Permite el desarrollo de muchas habilidades motrices y educativas a la vez que refuerza la cohesión del grupo. Además, es un excelente juego inclusivo que puede integrar perfectamente a los niños con discapacidades en el grupo y hacer que las personas con diferentes capacidades cooperen. Y está disponible en 4 tamaños, lo que permite organizar actividades en espacios más o menos restringidos.
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8. Ir a la caza de conchas
Con un cubo, tu hijo irá a la caza de conchas, guijarros de todas las formas y colores, hierbas de cristal, algas, trozos de madera a la deriva… Con estos hallazgos, podrá crear una obra de arte efímera en la arena. El Land Art consiste en componer cuadros, esculturas y montajes utilizando únicamente elementos de la naturaleza. Estimula la imaginación, la creatividad, permite estar en contacto con la naturaleza que tiene tanto que enseñar al niño. No hay mejor actividad para combinar creatividad, exploración, observación, paciencia… ¡y habilidad!
9. Fabricar un reloj de sol
Cuando llegue a la playa, recoje con tu hijo un palo de madera y 12 conchas. Tu hijo tendrá que disponer las conchas en un círculo y plantar el palo en el centro en un ángulo de unos 45°. A medida que pasen las horas, observará el movimiento de la sombra del palo en el «dial». Esta es una buena oportunidad para practicar cómo decir la hora, y una experiencia que recordará para reconocer el este y el oeste.
10. Enterrarse en la arena
En una playa de arena, enterrar los pies, las manos o parte del cuerpo es un gran clásico… Esta experiencia aporta interesantes sensaciones propioceptivas. El peso de la arena húmeda, el hecho de no tener que moverse para que la arena no se escape. Incluso se puede (re)verter agua sobre la arena que cubre la parte enterrada del cuerpo para acentuar el peso y la estimulación propioceptiva. Y, por supuesto, aprovecha la ocasión para disfrazarte: haciendo que el niño se haga una cola de sirena o unas manos gigantes…
11. Llevar la playa a casa
Crea cajas de exploración en casa utilizando elementos naturales que se encuentran en la playa: ¡arena, madera, guijarros, conchas…! Así podrá ofrecer al niño un verdadero «escenario educativo», es decir, un universo y todos sus componentes, su tipografía, su fauna, su flora, sus habitantes… que invita a la exploración, desarrolla la imaginación, el lenguaje y permite recrear sus panoramas vacacionales favoritos.
Foto : Méline Dutriévoz-Boyer – Bandeja exploracion HT7336
>> ¿Qué son los escenarios pedagógicos ?
12. Masaje sensorial
Si vas a untarte la crema y hacer que tu hijo se pegue a ti, ¡también puedes aprovechar para improvisar una sesión de masaje! Un momento especial, un masaje proporciona un contacto calmante y relajante piel con piel y, sobre todo, alimenta la relación con la otra persona. En primer lugar, masajea a tu hijo con arena; este contacto áspero y exfoliante estimulará su sentido propioceptivo. Aclare suavemente con agua para obtener una sensación completamente diferente, y luego pase a un masaje suave y protector 50.
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13. Yoga
El yoga consiste en conocerse a sí mismo, en cuidarse permitiéndose ser uno mismo. Se trata de un conjunto de técnicas destinadas a sentirse bien, escucharse a sí mismo y comprenderse. Esto puede hacerse a través de posturas, respiración, relajación… El yoga es para cuidar su cuerpo, pero también su mente. En el momento presente, vive plenamente y haz las cosas en coherencia con tus valores. Después de la sesión en la playa, ofrézcale a su hijo una clase de relajación y respiración que le acompañe y le permita comprender mejor lo que le ocurre en su interior, para «descargarse».
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14. Hacer cabañas
Con telas, cuerdas, la sombrilla, trozos de madera traídos por el agua, ¡proponga a su hijo crear una pequeña cabaña! En primer lugar, para protegerle del sol, pero también porque la construcción de cabañas es un acto fundamental y fundacional en el desarrollo del niño. El niño descubre el mundo que le rodea, desarrolla habilidades prácticas (incluyendo el arte del ingenio, el reciclaje y la apropiación indebida de objetos), habilidades cognitivas (formulando una hipótesis y probando sus ideas una y otra vez hasta imaginar el resultado), y aprende a cooperar… ¡Un acto fundamental y fundacional en el desarrollo del niño!
>> Beneficios de la construcción de cabañas
15. Recorridos motores sensoriales
Una actividad ligada a la naturaleza que permite un verdadero despertar sensorial, fomentando el descubrimiento y motivando el movimiento al crear cada vez una nueva sorpresa sensorial: los cursos de motricidad sensorial lo tienen todo y en la playa son tanto más divertidos cuanto que puedes dejarte caer en la arena, alternando el baño de arena, agua, guijarros, algas.
>> Descubre los recorridos motores
La playa es un entorno que ofrece muchas más oportunidades de descubrimiento, experimentación y aprendizaje de las que imaginas: motricidad fina, coordinación mano-ojo, sentidos propioceptivos, creatividad… ¡Aprovecha estos momentos familiares dedicados a la relajación, el juego y el buen humor para desarrollar las habilidades básicas de tus hijos mientras se divierten!
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