La lectura es un proceso de aprendizaje complejo que no depende únicamente de un solo método (global o silábico). Antes de eso, antes de la descodificación pura, se construye a través de caminos alternativos y variados. A día de hoy, ¡no existe ningún método milagroso! Pero hay muchos consejos y caminos que se pueden explorar y que ayudarán a tu hijo a enfrentarse al mundo de la escritura.
Desarrollar el gusto por la lectura
Primer punto, ¡y bastante importante! Para aprender a leer, ¡hay que querer hacerlo! Esto puede parecer obvio, pero es esencial que el niño comprenda el valor que tiene poder leer y el placer que le proporcionará. Y para entenderlo, no basta solo con explicárselo. Debe vivirlo, verlo, sentirlo. Para ello, hay que introducirle en el mundo de los libros, en el mundo de las historias.
Puede llegar a entenderlo por imitación y curiosidad, si te ve leer con frecuencia. Tú eres su modelo de conducta. Si te ve leer, querrá hacer lo mismo. No dudes en dar a tu hijo acceso a los libros desde una edad muy temprana. Le fascinarán las imágenes, los colores. Y disfrutará pasando las páginas para descubrir las ilustraciones, aunque no sepa leer ni hablar todavía.
Pero lo que más ganas de leer le dará es contarle historias. ¡Seguro que has visto el asombro en sus ojos cuando le lees o le cuentas algún cuento! Desarrolla su imaginación y su curiosidad. Esto permite desarrollar el lenguaje, enriquecer el vocabulario y, sobre todo, cogerle el gusto a las palabras.
>> 5 Consejos para facilitar el aprendizaje de la lectura
Aprender a contar historias
Hay muchas razones para aprender a leer. De hecho, es imprescindible para la vida cotidiana y leyendo se pueden aprender muchas cosas, etc. Pero para un niño, la razón más evidente es saber leer y contar historias. Así que incluso antes, durante y después de que aprenda a leer, anímale a inventar sus propias historias.
Los dados de historias son una buena forma de estimular la creatividad y la imaginación. ¡Dicen que una imagen vale más que mil palabras! Al lanzar el dado, ¡descubrirá una imagen que será libre de interpretar como le parezca y darle vida! Con el paso del tiempo, sus historias serán más precisas, descabelladas, tristes, emocionantes… Algunos personajes se repetirán y evolucionarán dentro de su propio universo. Tu hijo contará sus historias a modo de serie. En resumen, ¡los dados le permiten dar rienda suelta a su creatividad y a sus palabras!
>> Fichas de ejercicios para dados de historias
La importancia de la discriminación visual en el aprendizaje de la lectura
La discriminación visual es nuestra capacidad para determinar las diferencias o similitudes de los objetos o las formas según criterios como su tamaño, color, etc. Al igual que la motricidad fina, es una de las habilidades básicas esenciales para aprender a leer y escribir, ya que permite al niño discernir las diferencias entre las letras (la b y la d, por ejemplo), entre las palabras, pero también le permite manejar los números con facilidad tanto al escribir como al hablar.
Al igual que la atención y la memoria visual, la discriminación visual es una función visocognitiva esencial para muchas áreas de actividades de preescolar. Por supuesto, está estrechamente ligada a las habilidades de memoria visual, como hemos dicho, pero también a la lógica y al razonamiento, a la localización espacial, etc.
- Reconocer y reproducir formas.
- Analizar y distinguir imágenes (por ejemplo, encontrar imágenes que sean estrictamente idénticas a los modelos propuestos).
- Recoger pistas y localizar intrusos (mediante la observación de detalles, teniendo en cuenta los criterios de forma, color y orientación espacial).
- Emparejar objetos o elementos similares (por ejemplo, emparejar mayúsculas y minúsculas, letras cursivas y de imprenta).
- Identificar similitudes y diferencias entre diversas informaciones visuales (por ejemplo, diferenciar entre letras similares como b/d, p/q, u/n, reconocer la silueta del propio nombre entre otros, etc.).
>> Descárgate nuestro paquete de actividades de discriminación visual
Grafismo: desarrollar el vínculo entre la escritura y la lectura
Las habilidades de lectura y escritura están estrechamente relacionadas, ya que son el resultado de un mismo proceso mental: la codificación y descodificación de la información. Para enseñar a los niños a leer, se les enseña que las letras producen fonemas o sonidos. Al asociar varias letras, asociamos varios fonemas y construimos una palabra con sentido. Por eso, escribir y leer son inseparables.
Así, desde preescolar, ya se trabajan las habilidades gráficas. A los niños se les enseña a seguir pistas gráficas o a reproducir formas y líneas. El objetivo de esto es entrenar la mano para hacer las líneas que se encuentran en las letras. Se trata de dominar el gesto necesario para hacer una forma desde el principio y de permitir una buena coordinación ojo-mano.
>> Grafismo: preparar a tu hijo para la escritura
Lectura: cuando la música mejora el aprendizaje
La neurociencia ha establecido un vínculo entre aprender a leer y aprender a tocar música. Investigadores canadienses (Quebec) han descubierto que el aprendizaje de la lectura se ve claramente favorecido si se acompaña de clases de música (ritmo, canciones, melodía, etc.). En concreto, para una cantidad determinada de tiempo de aprendizaje, los niños que dividen su tiempo entre la lectura y la música aprenderán a leer mucho más fácilmente que los demás.
La zona del cerebro que responde durante la práctica del lenguaje se solapa en parte con la zona de aprendizaje de la música. Los niños disléxicos que han asistido a clases de música han mostrado progresos hasta el punto de «quedar fuera de los criterios de diagnóstico de la dislexia». Los progresos realizados se refieren especialmente a la discriminación de los sonidos, el concepto de ritmo, el concepto de tiempo y la precisión del gesto.
>> Neurociencia: los beneficios de la música
El papel de las emociones en el aprendizaje
En Francia, la neurociencia cognitiva es bien conocida, pero la afectiva y la social lo son algo menos. Catherine Gueguen, pediatra formada en haptonomía y comunicación no violenta, ha popularizado las últimas investigaciones sobre el cerebro emocional del niño a través de sus libros y conferencias. Describe cómo las relaciones entre los adultos y los niños transforman profundamente el cerebro del niño y afectan a quiénes son, a su capacidad de aprender y a lo que llegarán a ser.
Según Catherine Guegen, la neurociencia afectiva estudia lo que ocurre en nuestro cerebro cuando nos relacionamos con los demás, cuando experimentamos emociones y sentimientos. La neurociencia destaca que el cerebro humano se divide en tres partes: el cerebro arcaico, el cerebro emocional y el cerebro intelectual. Los tres están unidos por conexiones neuronales.
Cualquier encuentro, cualquier experiencia emocional va a modificar profundamente el cerebro. Estas experiencias transforman tanto el cerebro emocional como el intelectual. Cambiarán las estructuras cerebrales, los circuitos cerebrales, las células cerebrales, las moléculas cerebrales e incluso la expresión de ciertos genes.
>> ¿Qué es la inteligencia emocional?
El aprendizaje de la lectura está condicionado por muchas otras habilidades además de la pura descodificación B-A=BA. Por supuesto, los métodos son esenciales para sistematizar este aprendizaje. Sin embargo, no hay que subestimar el papel de otros factores. Introducir a los niños en el mundo de los libros a una edad temprana será, en cualquier caso, beneficioso para su desarrollo.
Fuente: Artículo: El arte de aprender a leer, algunas lecciones de la investigación The Conversation, 28 de junio de 2021.
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