La dislexia, es un trastorno que afecta a las zonas del cerebro que se ocupan de la lectura. Es decir, existen diferencias específicas en la manera en que el cerebro procesa las palabras y los textos escritos. Descubre en este artículo, los consejos de Elisabeth Rodríguez, logopeda especialista en neurologopedia y dislexia para ayudar a los niños a aprender a leer.
La lectoescritura y los niños con dislexia
Desde el inicio del aprendizaje de la lectoescritura los escolares con dislexia muestran dificultades persistentes para establecer la correspondencia de la letra con su sonido, pues no categorizan correctamente el sonido con el símbolo ya que les resulta muy abstracto y no encuentran la relación entre sí.
Cuando los demás compañeros aprenden el sonido de las letras y empiezan a combinarlas, los disléxicos siguen teniendo dudas a la hora de asociar el sonido con su letra y escribir el grafema que representa cada sonido, por lo que los procesos de codificación y descodificación no se automatizan a su debido tiempo.
Cuando tienen espacio, tiempo, ambiente y un adulto que le ofrece aprendizaje mediante de sus intereses aprenden a leer por ellos mismos. Seguramente más tarde que con el método tradicional, ya que a los tres años no están preparados para ello. Las pedagogías activas coinciden en que hay que respetar el ritmo natural a cada niño para favorecen el, aprendizaje autónomo y adecuado.
Las pedagogías activas y la dislexia
En las pedagogías activas, se aprende el alfabeto desde los sonidos a nivel fonético, después trabajamos el trazo de cada letra de forma sensorial y finalmente se escribe. Es importante presentar actividades motivadoras, que despierte la curiosidad de lxs niñxs, les llame la atención (aspecto fácil de conseguir con la mesa de luz y materiales traslucidos y manipulativos) y que puedan mantener su atención y concentración. Cualquier conocimiento nuevo introducido de forma motivadora lxs niñxs lo reciben de forma tan positiva que aprendizaje es más efectivo.
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Letras mágicas: Un ejercicio eficaz que permite aprender el alfabeto y la escritura de las letras. Estas letras en plástico permiten reproducirlas con un marcador borrable. Contenido: 26 letras, altura: aprox. 11,5 cm. A partir de 3 años. Hecho de plástico.
El desarrollo del niño
En nuestra sociedad tenemos muy interiorizado que un bebé no hablará con cinco meses, tenemos aceptado que lo hará de forma autónoma y gradual según su capacidad cognitiva. Es un ejemplo que todos tenemos muy interiorizado, pues exactamente lo mismo pasa con el proceso de la lectoescritura, lo hará de forma autónoma y gradual, a su tiempo si le damos las herramientas adecuadas y damos su espacio, tiempo y desarrollo cognitivo.
Todo este proceso de la formación de palabras, que los adultos realizamos de forma tan automática, es muy muy complejo y nada fácil. Los niños deben entender que podemos manipular, mover y unir estos fonemas, para crear palabras nuevas, que se pueden modificar, intercambiar… es una adquisición que requiere tiempo, práctica y paciencia.
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Una vez se establece el alfabeto mediante el sonido fonético de cada letra se puede introducir de forma natural el lenguaje escrito. Lxs niñxs necesitan un práctica viso-motora y uniformidad del trazo, para que la adquisición de la escritura de las letras resulte fácilmente legible.
Método Montessori para la dislexia
En el método Montessori se presentan varias formas secuenciadas para trabajar el trazo de cada sonido:
– Letras de lija, un material muy sensorial de tacto y vista y manipulable
– Bandejas de trazo. En actividad dirigida, trabajamos la lateralidad, el grafomotricidad, la simetría.
– El alfabeto móvil, cuyas versiones de dicho material hacia la mesa de luz, formará parte esencial de este proceso.
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Cómo aprender a leer
Para leer correctamente hay que saber manejar las letras, jugar con ellas, cambiarlas de sitio, reconocer su grafía, su sonido, su relación, la relación entre ellas y combinarlas entre sí. Este proceso tan complejo tiene infinidad de propuestas manipulativas y sensoriales ideales para favorecer este proceso de forma lúdica.
Os acordáis del tik- tok viral del niño leyendo el sonido de cada letra de “welcome” y el papá le pregunta: ¿que pone ahí? y el niño dice: “alfombra” pues saber leer no significa saber el nombre de las letras. Saber leer es ser capaces de unir letras, sílabas y palabras entre sí de una forma ágil y sobre todo con comprensión, sin comprensión no hay lectura.
Soluciones para aprender a leer
La mesa de luz, utilizado como recurso educativo, con los materiales adecuados y el momento oportuno de cada niñ@, os aportará todos los beneficios a vuestros pequeños en sus procesos de cualquier aprendizaje.
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Construye las letras: Conjunto de actividades para motivar el reconocimiento de las letras y construir el alfabeto. El niño utiliza las piezas codificadas por un color para construir la letra que se ve en la carta de actividad matemática. 13 cartas de actividades recto-verso. Dim 25 cm. Desde 4 años.
Mesa luminosa Tickit: Esta mesa de luz ultrafina se ilumina uniformemente con una iluminación variable según la intensidad deseada. Puede utilizarse para crear situaciones de aprendizaje que fomenten la experimentación y el descubrimiento sensorial acentuando los contrastes de los objetos colocados sobre ella. Se puede ajustar la intensidad. A partir de los 3 años.
¿Conoces otros métodos para aprender la lectura a los niños con trastornos del aprendizaje? Cuéntanos tus ideas o comentarios y comparte con nosotros tus consejos, tanto si eres un profesional o un particular.
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