«Te recojo dentro de una hora» o «te quedan cinco minutos para jugar», ese tipo de frases sencillas son las que hacen que un niño pueda tranquilizarse más fácilmente, sobre todo si aprendió a visualizar en un reloj el transcurso del tiempo. Dominar la idea del tiempo es una forma de acceder a la autonomía, de encargarnos de nuestra propia vida en vez de que los demás sean siempre los que nos llamen porque «es la hora de…».
Para llegar a comprender esta idea de tiempo son necesarias herramientas que faciliten la comprensión del transcurso del tiempo sobre todo de manera visual si se trata de niños con TEA. Este es el caso de los Time Timer, que gracias a su disco rojo que va desapareciendo conforme pasa el tiempo facilita esa visualización comprensión del paso del tiempo.
Desde su aparición el Time Timer se volvió uno de los productos más solicitados a Hop’Toys. Su simplificada utilización junto a la destacada parte visual que facilita la comprensión lo ha convertido en un indispensable.
Opiniones de padres y profesionales:
Lupe Montero http://aulautista.wordpress.com/
«El Time Timer es un aparato muy práctico que cubre la necesidad de hacer visual la duración del tiempo para las persona con TEA.
Me parece un instrumento claro, libre de estímulos distractores y con un funcionamiento muy sencillo.
Lo he utilizado para trabajar la alimentación con uno de mis alumnos que mastica con una lentitud extrema, alargando las comidas de forma indefinida. Con el Time Timer le marcamos el tiempo del que dispone para tomar su desayuno y obtener un refuerzo por haberlo consumido en el tiempo marcado. Al ser un apoyo visual resulta muy comprensible por su parte y le ayuda a adecuar su conducta al tiempo previamente indicado.
Otro aspecto que me parece interesante de este aparato son las posibilidades de personalización que ofrece mediante el uso de plantillas que, en lugar de números puedan utilizar símbolos o pictogramas que representen actividades de la vida diaria de la persona, facilitando aún más la comprensión de la situación planteada.»
Para ver el artículo completo pinchar aqui
Walewska para http://www.mamisybebes.com/
«A veces los niños tienen problemas para cuantificar el tiempo. Al menos la mía no termina de entender muy bien cuánto es una hora, o cinco minutos… para ella es «más tarde» pero ¿Cuánto más tarde? Este reloj está genial porque les ayuda a visualmente hacerse una idea de cuánto tiempo les queda. Imaginemos que queremos que dediquen media hora a ver la tele, por ejemplo. Colocaremos la pieza roja en ese intervalo, treinta minutos. Y cuando le damos a poner en marcha esa pieza irá decreciendo, de manera que el niño sabe que cada vez le queda menos. Es como un cronómetro, versión niños. Les ayudará mucho a organizarse, sobre todo a los críos que tienen problemas de concentración».
Profesor
«Yo lo utilizo a diario con mis alumnos de tercer ciclo para ayudarles a aprender a gestionar el tiempo. Reemplaza magníficamente el avisador de tiempo de la cocina».
Mama
«Mi hija nunca tiene paciencia, no espera jamás, se abalanza sobre la puerta para ir al colegio sin haberse terminado de vestir. Por eso el Time Timer me permite determinar el lapso de tiempo en general 30 minutos para que ella pueda visualizar el tiempo que queda antes de partir y cuanto tiempo le queda para prepararse. Ahora ella lo entiende y su comportamiento ha cambiado, se toma su tiempo para vestirse y me espera tranquilamente».
Isabelle Kebabi, mama
«Yo lo utilizo para mi hijo autista. Permite visualizar el tiempo que pasa y cuando llega el final de la actividad propuesta. El problema es que ha entendido muy pronto como funciona y lo fácil que es aumentar la zona de tiempo seleccionado al principio».
¿Cuándo hablarle del transcurso del tiempo?
«¿Cuándo es mañana?…» Enseñarle a leer la hora no es una decisión que se toma una mañana cualquiera «porque ya tiene la edad para saberlo» o sencillamente «porque lo ha pedido». Para ser capaz de descifrar un reloj, hay que saber ubicarse en el tiempo y preferentemente saber leer. Antes que nada, hay que tener aprendidas las estaciones del año y los días de la semana. El tiempo es una noción abstracta bien compleja para un niño. Ese aprendizaje se efectuará de forma general etapa por etapa, de forma progresiva, al ritmo de cada niño, teniendo en cuenta sus dificultades.
- Etapa n°1: su hijo pregunta ¿qué hora es?. Empieza a concienciarse de la noción de tiempo. La sucesión de eventos contribuye a dar a los niños la sensación de transcurso del tiempo.
- Etapa n°2: entiende mejor la noción de tiempo y de cronología: antes, después, simultáneamente, y la noción de duración.
- Etapa n°3: el niño desea aprender a leer la hora. De nada sirve de querer precipitar las cosas ofreciéndole un reloj sin que él lo solicite. Le hará saber muy bien el momento en el que estará listo para tener uno…
Para ubicarse, un niño hace referencia a los momentos clave del día: desayuno, almuerzo, baño, ir o no a la escuela…. Una vez lograda la clasificación de los eventos en un orden temporal, la noción de duración sigue siendo todavía bastante abstracta. Un ejemplo: un pastel que se hornea durante 20minutos o 20 horas, eso no significa nada para un peque. ¡Lo que importa es poder comerlo inmediatamente!
La noción del antes y del después
Cuando cambias de actividad con tu hijo (a),no dudes en recordarle lo que hizo antes, lo que está haciendo y lo que hará después.
Ejemplo: «Antes has comido, ahora vas a dormir la siesta, y después de la siesta iremos a pasear.»
Integra poco a poco los adverbios de tiempo (esta mañana, esta noche, mañana), luego los días (lunes, martes, …), los meses (enero, febrero, …), los periodos (Navidades, Semana Santa, …), etc.
También podemos ayudarle repitiéndole: «Iremos al parque mañana, el abuelito se fue ayer…», o enseñarle por la mañana un objeto característico de una actividad hecha el día antes: el traje de baño, la bici, y hablarle del día anterior.
Aprenderá sin darse cuenta la noción del tiempo.
El aprendizaje
Puedes empezar a iniciarle con un reloj que tenga solamente dos agujas, idealmente cada una de un color distinto al de la otra, diferenciando así mejor la gran aguja de la pequeña. Luego, poner la prioridad en las horas en punto (es más fácil recordar la posición de las agujas cuando son las doce en punto que a las dos menos diez). Luego seguimos con las media horas, ayudándonos de los cuartos de manzanas o de tartas. Lo más difícil es el paso a los minutos.
Frente a la dificultad que presenta el paso a la etapa de los «menos veinticinco», muchos padres se rinden y acaban regalando un reloj digital. «Error» dirán algunos. La pantalla digital no permite situar el antes y el después y por lo tanto adquirir la noción de repartición del tiempo. «¿Y qué?» dirán otros. La lectura de la hora de ese modo puede ser vivida como una etapa.
Sino también puedes disponer de calendarios de todo tipo en las cuatro esquinas de la casa, estando siempre pendiente de adaptarlos a su comprensión y sus centros de intereses. Algunos pegarán dibujos (pictogramas) que simbolizan las actividades de sus niños, otros utilizarán velcros que desplazarán cada día. Cualquier forma de ayuda para visualizar el transcurso del tiempo será buena.
¿Cuáles son las herramientas propuestas por Hop’Toys?
1 Comentario