En octubre celebramos el Día Mundial de la Salud Mental. Este día es una oportunidad para sensibilizar sobre este tema crucial. Por ello, hemos querido entrevistar a la médico responsable del Departamento Universitario de Psiquiatría Infantil del Hospital Universitario de Montpellier. En este artículo, nos habla de la salud mental de los niños y adolescentes y nos da sus consejos para apoyarlos.
¿Qué es la salud mental en los niños?
Tanto para los niños como para los adultos, es un estado de bienestar en el que el niño es consciente de sus capacidades, puede desarrollar su potencial, puede hacer frente a las tensiones normales de la vida, puede realizar un trabajo productivo en la escuela y puede contribuir a la vida diaria en la familia o en la escuela. Por lo tanto, estar mentalmente sano no consiste únicamente en no estar enfermo. Un niño con un trastorno psicológico puede tener un buen nivel de salud mental, y uno sin un trastorno diagnosticado un gran sufrimiento psicológico.
En la adolescencia, ¿cómo pueden los padres identificar que su hijo no está bien?
La adolescencia es una época de infelicidad, como cualquier periodo de transición. Es importante diferenciar entre la infelicidad propia de la adolescencia y un trastorno depresivo, que requiere un tratamiento especializado. La crisis de la adolescencia puede hacer que no se detecten trastornos psicológicos graves y que se retrase su tratamiento.
El adolescente puede tener la tentación de reafirmarse asumiendo grandes riesgos (por ejemplo, conduciendo rápidamente un patinete), poniendo a prueba sus límites y los de su entorno, lo que puede suscitar interrogantes sobre trastornos mentales cuando éstos no están presentes.
Sin embargo, algunos signos deben ser motivo de alarma, como un cambio repentino de actitud, la desinversión en las relaciones (amigos, familia), el insomnio y las pesadillas o la asunción incontrolada de riesgos. A veces también es difícil distinguir lo normal de lo patológico en la adolescencia para quienes te rodean. Lo mejor es hablar con el médico que trata al paciente, que podrá aconsejarle y orientarle. Para interpretar el significado de una situación de crisis, hay que tener en cuenta varios factores, como los acontecimientos vitales recientes (por ejemplo, un duelo en la familia, la separación de los padres), un cambio en la personalidad del joven (por ejemplo, alejarse repentinamente de todo el mundo cuando era sociable) y el entorno familiar (por ejemplo, cómo se comunican sus miembros entre sí, se aceptan y se apoyan).
¿Cómo apoyar a los padres que están perdidos?
Criar a un niño, ayudarle a crecer y a ser independiente es un trabajo en sí mismo que consume mucha energía cada día. Algunos niños o adolescentes son más difíciles y tiranos. Sus padres, temiendo perder el control, pueden alternar respuestas extremas, que van desde la escalada de castigos hasta el «dejarse llevar» para detener la crisis, pero la calidad de la relación padre-hijo se resiente.
A veces estos padres se sienten perdidos e incompetentes. Es importante que busquen la ayuda de psicólogos o psiquiatras infantiles para ser ayudados de forma individualizada, ya que cada familia tiene su propio funcionamiento y necesidades.
Algunos consejos para estos padres: no se desanimen y sigan expresando a su hijo que le quieren y que no le van a dejar tirado; no se retraigan y confíen en la ayuda de amigos y familiares; eviten la escalada de castigos y, por último, acepten que no «tienen la última palabra»…
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¿La comprensión de su discapacidad tiene un impacto en la salud mental del niño? Si es así, ¿cómo se habla de ello?
La discapacidad es una situación que repercute en la salud del niño, pero también en la forma en que se percibe a sí mismo y se siente competente en la familia y en la sociedad. Es importante que el niño comprenda esta situación para convertirse en actor de su propia vida y no sentirse reducido a ella.
No es fácil para los padres hablar con sus hijos sobre su discapacidad. Sobre todo, hay que asegurar al niño que no sólo tiene dificultades, sino también capacidades e incluso talentos. Es importante que los padres sigan el ritmo de las preguntas, preocupaciones y expectativas de sus hijos y no proyecten demasiado en ellos.
Puede ser interesante pedirle que explique con sus propias palabras lo que experimenta y cómo define su discapacidad. Los libros o las películas pueden servir de apoyo a estos intercambios. Los padres no deben dudar en pedir ayuda a su médico de cabecera o a un especialista que conozca la discapacidad del niño para que les ayude con este anuncio.
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¿Cuáles son los signos de que un niño no está bien?
El sufrimiento psicológico adopta muchas formas en los niños. Los niños más pequeños suelen mostrar este sufrimiento de forma ruidosa, como con agitación o agresividad. Otros niños pueden estar tristes, aislarse y retraerse o llorar. Otros pueden estar excesivamente ansiosos, a veces se quejan de dolores de estómago, de cabeza o tienen pesadillas.
¿Cómo podemos ayudarles, comunicarnos con ellos para que se sientan mejor?
Uno de los mejores factores de protección para que el niño se sienta mejor es la calidad de la relación con sus padres y la coherencia de las referencias educativas que le proporcionan.
Un aspecto importante es que los padres estén disponibles para ayudar a su hijo a entender el significado de sus experiencias y que se tomen el tiempo para escuchar al niño y compartir sus preocupaciones, o simplemente sus preguntas.
Es fundamental fomentar el contacto con compañeros o familiares importantes para el niño en actividades que le resulten agradables. Las actividades al aire libre pueden ser útiles, como los deportes para combatir la ansiedad.
Amaria BAGHDADLI es catedrática de psiquiatría infantil en la Facultad de Medicina de Montpellier y médico responsable del Departamento Universitario de Psiquiatría Infantil del Hospital Universitario de Montpellier, donde se ha creado un departamento especializado en trastornos del desarrollo infantil. Imparte y coordina varios cursos universitarios sobre trastornos del neurodesarrollo en la Facultad de Medicina. Además, dirige el Centro de Excelencia en Autismo y Trastornos del Desarrollo de Montpellier, donde dirige una red de investigadores, profesionales, asociaciones o redes de profesionales y familias.
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