Alexandra, madre de 3 hijos, comparte su día a día y su vida como mamá en su blog y en las redes sociales, bajo el nombre de Mi agitada vida de mamá. Una de sus actividades favoritas es imaginar mini mundos. Hoy les propone a sus hijos aventurarse en un minimundo sobre el tema del jardín. Descubre cómo hacerlo.
Los mini-mundos
¿Qué es un minimundo?
Es una invitación a jugar con figuritas (personajes, animales, vehículos…) en un escenario en miniatura que representa un universo. Pueden ser ecosistemas (el bosque, el mar, la selva, la sabana, el jardín…), pero también universos temáticos (la granja, el zoo, el espacio, los dinosaurios, los piratas, la obra…).
¿Cuáles son los intereses educativos?
- Estimular la imaginación: la puesta en escena ayudará al niño a inventar historias y crear escenarios.
- Desarrollar el lenguaje: nombrando los elementos presentes en el conjunto, haciendo que las figuras hablen entre sí.
- Descubrir el mundo (ecosistemas, universos): mediante el juego, la exploración sensorial y la manipulación.
¿A qué edad debe ofrecerse este tipo de actividad?
Alrededor de los 2 años, cuando el niño empieza a jugar con figuritas. Le propuse este minimundo a Naïa, que tiene 18 meses, pero que está acostumbrada a ver a su hermano y a su hermana jugar a los minimundos y a los juegos de imaginación muy a menudo.
¿Cómo crear un minimundo?
Necesitas un soporte para delimitar el espacio (una bandeja, un cartón, una mesa, una alfombra…) sobre el que colocar figuras con accesorios decorativos.
Actividad : los mini-mundos del jardín
Los pasos de la realización
- Delimita el minimundo en la bandeja de exploración redonda. Su diámetro de 70 cm, su material plástico y sus bordes de 12 cm lo convierten en un soporte ideal para crear un minimundo sensorial (con agua, arena, tierra…).
- Crea un fondo con trozos de césped artificial.
- Introduce elementos naturales que representen el ecosistema en cuestión: algunas ramas de bambú, hiedra y árboles, así como arbustos y macizos de flores en los círculos de bambú.
- Añade algunas gemas o piedras en forma de flores.
- Crear espacios: una terraza sobre un gran tronco de madera con una pequeña mesa improvisada y un estanque. Si el niño está en la fase en la que derrama agua, evita ponerle agua para que no se centre sólo en el trasvase de agua. En su lugar, coloca piezas de madera y/o piedras naturales azules. Estos dos espacios permiten inducir pequeñas escenas familiares al niño (la comida y el baño).
- Conecta los espacios mediante un camino hecho con troncos de madera.
- Añade un pequeño puente de madera y círculos de bambú para que los animales se refugien. Estos pequeños escondites añaden capacidad de juego, al igual que las piedras naturales que rodean la cubierta y el estanque.
- Esparce las figuras por el jardín.
Para empezar, podemos proponer al niño un pequeño «Busca y encuentra» pidiéndole que nos muestre e identifique. los elementos de la decoración (mariquita, abeja, flor…) que le digamosd También podemos utilizar las tarjetas de identificación. Una forma divertida de desarrollar el lenguaje.
A continuación, invitamos al niño a descubrir los elementos de la bandeja y a manipularlos. La diversidad de materiales utilizados (madera, césped, minerales, plantas…) estimula el sentido táctil. Para los niños mayores, les permite descubrir, mediante la manipulación y la exploración de los sentidos, un ecosistema/universo.
No dudes en jugar con el niño, inventando historias, mostrándole el ejemplo (haz que las figuritas se bañen en el estanque, haz que los animalitos se escondan, haz que la abeja recoja agua, haz que el pájaro vuele…). Recuerda que es recomensable nombrar las acciones.
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