Aunque el comienzo de la guardería no respete las mismas fechas que el colegio y se haga de una forma más personalizada para la familia y sus horarios, los bebés ¡también hacen su entrada! Para muchos es la primera separación de los padres lo que implica un paso más hacia la autonomía. El objetivo es realizar este paso importante con serenidad y en las mejores condiciones para el bebé. Aquí os damos unos cuantos consejos para lograrlo.
Para preparar al niño, el adulto debe estar preparado
Un padre que es un poco ansioso, nervioso, la idea de dejar a su bebé por la primera vez en una estructura con gente casi desconocida puede convertirse en fuente de estrés. Por ello los profesionales de la infancia deben acompañarlos en este momento, hablar con ellos, explicarles cómo va a desarrollarse la acogida, dejarles el tiempo de aceptar la separación sin forzar las cosas. Los padres no deben dudar en preguntar a los responsables de la guardería cualquier tema que pueda inquietarles. Y si es posible y los horarios de los adultos lo permiten, realizar este momento de manera escalonada y paso a paso para que el bebé se acostumbre de forma natural.
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¡Explícale!
Aunque pensemos que no merece la pena porque el niño no entiende, hay que intentar explicarle lo máximo posible al bebé lo que va a suceder. Se debe comenzar unos días antes para ir preparándolo de su llegada ala guardería y la separación de los padres. No hace falta comenzar con mucha antelación ya que sino el niño no va a retener la información. No es necesario enseñarle el exterior ya que solo va a ser consciente del espacio de vida inmediato a él: solo entre los 6-8 meses comienzan a reconocer la puerta de la guardería. Con un niño más mayor sin embargo es una buena idea enseñarle la fachada, la puerta, el camino que vais a coger para llegar. Este mensaje visual aporta al niño una referencia que le permite anticipar y estar más sereno a su llegada.
La adaptación: compartir el máximo de momentos posibles
En el periodo de adaptación, que normalmente dura una semana, los padres tienen la posibilidad de compartir con el niño, ciertas actividades y momentos en la guardería. Este método permite a los niños familiarizarse con el entorno en total seguridad, ya que el padre está al lado para darle confianza. Intentar privilegiar esta etapa si los horarios de los adultos lo permiten ya que prepara al niño a la autonomía.
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Delegar
Normalmente cunado los padres confían a su bebé en guardería con pocos meses de vida, su relación es muy estrecha, sobre todo con la madre. Sin embargo la madre debe saber delegar a los profesionales de la guardería y dejar descubrir al niño personas distintas y sentir olores diferentes. En muchas ocasiones las madres esperan hasta el último momento para prepararse a la separación lo que hace el paso mucho más complicado y genera mucho estrés en el bebé. Hay que preparar la separación, y cuando una madre está serena el bebé lo está también.
Y lo más importante es depositar tu confianza a las personas que van a ocuparse de tu bebé. ¡Los padres deben comprender que de forma racional no hay que tener miedo! Los niños son guardados por profesionales, formados y controlados. Existen padre que prefieren la opción «madres de día» ya que recrean estructuras más pequeñas y familiares. Es una opción muy extendida en Alemania y Francia pero que en España por el momento carece de marco legal. A día de hoy existen tres colectivos distintos donde puedes dirigirte si quieres informarte: Creciendo Juntos, Madres de Día de Pamplona y Cuidándote.
¿ Y la adaptación entre bebés?
Es cierto que siempre privilegiamos la adaptación del bebé al adulto o profesional, ya que es el encargado de nuestro hijo durante todo el día. sin embargo tenemos cierta tendencia a olvidar que con quien realmente comparten los juegos y momentos del día es con los otros bebés…sus compañeros. La adaptación en este caso se realiza a través del juego, mucho más simple también si hay casos de niños con otros idiomas maternos. Además de favorecer la relación entre los niños, el juego permite poner al mismo nivel las necesidades de cada niño.
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