El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo. Este trastorno comienza en la primera infancia (antes de los 12 años). Es necesario observar una persistencia del trastorno durante al menos 6 meses y la presencia de síntomas en al menos dos contextos ambientales diferentes del niño, como en la familia, en la escuela, o en actividades de ocio… Sin embargo, se puede observar que los síntomas fluctúan según las situaciones vividas por el niño.
El TDAH se presenta en tres formas clínicas
- Inatención: los síntomas de inatención son predominantes
- Agitación: predominan los síntomas de agitación-impulsividad
- Mixto: el sujeto presenta las tres dimensiones clínicas: inatención, agitación e impulsividad
Los síntomas del TDAH se asocian con frecuencia a otros trastornos: trastornos de la función cognitiva (atención, memoria, funciones ejecutivas, etc.), dificultades de aprendizaje (lectura, escritura), trastornos del aprendizaje (dislexia, discalculia, etc.), dificultades psicomotoras, inadaptación y/o rechazo social, imagen negativa de sí mismo (como consecuencia de la imagen negativa que le transmiten los que le rodean)
El TDAH afecta a entre el 3 y el 5% de los niños en edad escolar y al 3% de los adultos.
>> Para leer: TDAH y las emociones
Atención multidisciplinar
Al niño y a sus padres se les puede ofrecer una variedad de tratamientos diferentes, específicos para cada individuo, que deben ser evaluados periódicamente. Esto implica también que el niño, los padres, los profesionales y la escuela deben trabajar juntos para aplicar estrategias de aprendizaje y nuevos métodos educativos.
Entre ellas se encuentran:
- Terapias conductuales y cognitivas (TCC);
- orientación parental, grupos de habilidades parentales
- psicoeducación
- la reeducación cognitiva
- terapia del habla; terapia psicomotriz; y terapia ocupacional;
- Medicación prescrita por el profesional sanitario de referencia (psiquiatra infantil, etc.).
Infografía TDAH
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Soy un. ADULTO que vive. Con. TDAH. las relaciones sociales siempre Son un reto, aprender a ser resiliente es lo que me ha llevado a superar algunas situaciones, pero hay personas que si logran lastimarme aún .