La natación está reconocida como un ocio deportivo para relajarse y disfrutar. Bien conocidos son todos los beneficios que esta disciplina puede aportar, tanto físicos como psíquicos. Para las personas con discapacidad sensorial o motora, ¿porqué no intentar la natación?
Un deporte para todos
La natación es un deporte que se puede practicar a cualquier edad, con independencia de que se sufra de trastornos y/o discapacidades o no. En efecto, la natación no es un deporte violento; es particularmente suave y no produce impactos negativos en las articulaciones o la espalda. La actividad acuática puede incluso aliviar el dolor de la artritis y la artrosis – muy apreciada por los ancianos. La natación permite trabajar todos sus músculos sin problemas y sin demasiada dificultad.
Por otra parte, la natación es ideal en el marco de una reeducación. En efecto, la natación lleva a trabajar técnicas de equilibrio, de propulsión y también de respiración. Para las personas con discapacidad motora, el agua puede por fin proporcionar libertad de movimiento – y sin ningún riesgo, ya que el cuerpo está en estado de ingravidez. Tener la posibilidad de moverse de forma autónoma puede aportar un sentimiento de bienestar nada desdeñable.
Por otra parte, hablando de bienestar, la natación es un deporte ideal también para las personas con trastornos y/o discapacidades psíquicas. La secreción de endorfinas liberada por el ocio acuático alivia y relaja al nadador. Esto puede reducir el estrés, aliviar las tensiones y aliviar los excesos de ira, por ejemplo.
Una persona con trastornos sensoriales puede explotar su sensibilidad sensorial en el agua. Tocar el agua, sentir el agua sobre la piel, sumergirse en el agua, sentir sus vibraciones puede ser un buen ejercicio sensorial para que la persona pueda tomar conciencia de su cuerpo y de su entorno.
Cada nadador avanza a su ritmo, paso a paso. Es un deporte moderado, tranquilo, donde el cuerpo trabaja en el agua incluso cuando los esfuerzos son débiles.
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Los beneficios de la natación
La natación es beneficiosa en muchos aspectos, sobre todo en lo que se refiere al refuerzo de las articulaciones y al trabajo de los músculos. Ya que hay diferentes tipos de natación, te explicamos la veamos juntos qué nada hace qué:
– La braza requiere principalmente bíceps, pectorales, abdominales y pantorrillas.
– El crawl tonifica todos los músculos: brazos, hombros, piernas, pecho y abdominales.
– La espalda permite trabajar los músculos de manera eficaz.
– La mariposa refuerza los abdominales.
La natación, sea cual sea, requiere capacidades cardiovasculares, pero también del aparato respiratorio. Así, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, favorece la circulación sanguínea y limita la retención de agua.
Autismo, ahogo y cursos de natación
Como dice el doctor Guohua Li, el riesgo de ahogamiento es diez veces mayor cuando un niño es portador de Trastornos del Espectro del Autismo. Su idea es entonces difundir las clases de natación para las personas TEA.
«Nuestro análisis revela que los niños autistas tienen 160 veces más probabilidades de ahogarse que el resto de la población pediátrica»[… ] Una vez que se diagnostica a los niños el trastorno del espectro autista, normalmente entre dos y tres años, los pediatras y los padres deberían inscribirlos inmediatamente en clases de natación antes de cualquier otra terapia, porque ser capaz de nadar es imperativo para la supervivencia de los autistas»
La natación es un deporte de múltiples beneficios para las personas con discapacidad. En algunos casos, como en el de los niños con trastornos mentales graves, tal vez sea necesario.
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