Emilia, madre de dos pequeñas TEA, nos explica los beneficios del teatro y de todas las actividades posibles alrededor del arte.
Desde hace algunos meses, realizamos un nuevo taller en casa llamado ¡Teatro!, porque el teatro aborda todo, y sobre todo las dificultades de Claudia y Gabriela, nuestras dos hijas con autismo.
El teatro aporta bienestar al cuerpo, y con él se desarrolla la respiración calmada y controlada, las expresiones faciales, el gesto simple, los códigos sociales e incluso la imaginación.
Este taller de teatro ha sido posible gracias a la capacidad de imitación de Garbriela, el entrenamiento en hacer mímica, un poco de esquema corporal y de juegos deportivos.
En estos talleres, mis hijas están especialmente atentas, se divierten, son felices y para Gabriela la atención, las miradas y la comunicación están presentes, características que raramente se presentan.
En el espejo con mamá, mis hijas trabajan el tono muscular de la cara que permite un abanico de expresiones faciales más largo. Claudia como tiene un nivel más avanzado, ayuda a su hermana en los talleres ¡con muchísimo humor!
Poner el cuerpo en marcha
Para empezar calentamos bien el cuerpo.
¿Cómo? Imitando. Hacemos como si trepáramos por una cuerda imaginaria.
Otro ejercicio divertido pero que necesita un poco de espacio es el de «caminar con ritmo». Hacemos como si tuviéramos prisa y caminamos muy deprisa. Luego nos transformamos en una turista que se pasea, tranquilamente… para terminar con una marcha, con la mochila bien atada a la espalda para escalar una montaña ¡que cansadas estamos! Al final llegamos al borde de un prado y nos tumbamos a descansar. Gabriela que no siempre comprende la idea, mira a su hermana.
Controlamos la respiración
También podemos transformamos en campana. Para comenzar las campanas están descansando, piernas estiradas y un poco abiertas y el cuerpo hacia delante con los brazos en la espalda y las manos entrelazadas. Se escucha un DING y las campanas intentan acercar la cabeza lo máximo a sus rodillas, sin doblar las piernas y llevando los brazos lo más lejos posible por encima de sus cabezas.
Se oye otro DONG. Las campanas se ponen derechas y se inclinan hacia atrás los brazos contra los glúteos. Alternamos los ding y los dong, acompasando la respiración con los movimientos; inspiramos descendiendo (dong) y espiramos subiendo (ding)…
La apnea en el agua nos ayuda a controlar el soplo. Así que de manera simbólica hacemos como si estuviésemos nadando mientras aguantamos la respiración.
Cuando necesitamos volver a coger aire, damos un golpe con el talón al suelo e imitamos la acción de volver a la superficie.
Ponerse en situación
Hemos utilizado distintos soportes como las marionetas de las emociones o las pelotas de las expresiones.
¿Una sonrisa? Gabriela abre bien su boca y sus ojos de empequeñecen, pero atención, si es sarcástico, sus ojos miran hacia otro lado. Esta diferencia ayuda mucho a Claudia a diferenciar «reírse con alguien» a «reírse de alguien». Una confusión que genera mucha angustia en ella.
¿Sorprendido? Gabriela abre la boca y lo ojos
¿Ganas de llorar? Entonces cierra los ojos y hace pucheros.
¿Un poco triste? torcemos la boca hacia abajo, la cabeza y la espalda.
Con los Rory Story Cubes acciones, tenemos una muestra de acciones aleatorias que utilizamos de manera diferente en nuestro taller de teatro para jugar con las emociones que genera una u otra acción.
Gestionar la espera
Esto de esperar Gabriela lo lleva muy mal no lo gestiona nada bien ya que la sumerge en un estado de crisis muy persistente. A veces incluso es capaz de dejar una actividad a medias ya que tiene que esperar y no le gusta nada. Es por esta razón que la ponemos en una situación ficticia en la que tiene que esperar, para que así aprenda a contolarla de manera divertida.
Claudia imita la espera delante de una puerta imaginaria. Gracias a la relación tan buena que tienen las dos hermanas , Gabriela está siempre disponible para su hermana mayor y la imita. Esperamos a un paso de la puerta. Intentamos abrirla, pero desgraciadamente está cerrada.
Esperamos, estamos atrapadas. Y aprovechamos para hablar. ¿qué puede haber detrás de la puerta? ¿dónde vamos? ¿porqué esperamos?
Claudia mira su reloj… y juega a esperar para dominar la espera.
De hecho tenemos que esperar a que mamá llegue, ya que es ella quien tiene ¡la llave imaginaria!
Aprender los gestos cotidianos
Gabriela ha desarrollado mucho la imitación este año. Con su hermana mayor, puede trabajar en el espejo algunos gestos cotidianos como cepillarse los dientes, peinarse, ponerse la ropa, o hacer muecas.
Claudia termina triste si hay un gesto difícil que no consigue dominar. Trabajar estos gestos en teatro les ayuda a descomponer el gesto simple y a ser más precisas.
Hay también gestos que hablan y que deben ser claros para hacernos comprender y poder identificar las situaciones sin lenguaje verbal, algo que no es cómodo para un niño con autismo, ya que debe descodificar el lenguaje corporal. Algunas veces, el trabajo se hace en silencio. Jugamos a hacer un gesto, Claudia lo hace y mamá debe adivinarlo y viceversa.
Para trabajar regularmente el dominio de los gestos del cuerpo, hacemos mímica con las cartas de Pantomima.
Claudia siente como le salen bigotes y garras, su voz maulla y este es el resultado, el vídeo de la transformación de un humano en gato. Un ejercicio que estresa mucho a mamá, ya que como le dice Claudia. «Cuando estos inquieta mi cerebro se bloquea, como cuando era pequeña, cree que soy un gato y no comprendo nada más. Me acuerdo de que hay que hacer para calmarse y después todo acaba».Pasamos al nivel superior: entrenar la transformación humano-animal, para tener una mejor representación de su cuerpo y de las posibilidades que tiene. En el plano cerebral, este ejercicio necesita organizar las ideas y las descomponer en etapa por etapa.
Proponerle este ejercicio sobre el gato nos permite entrenar la vuelta rápida a la realidad, que Claudia domina perfectamente en el vídeo. Y esperamos que esta vuelta a la normalidad se realice también en la próxima transformación involuntaria.
Escenarios sociales
En lo que concierne a los escenarios más elaborados, Claudia me pide a menudo lo que debe decir al ir a casa de un amigo. El taller de teatro es la ocasión de entrenarse con pequeños escenarios improvisados. Algunos ejemplos de situaciones problemáticas para Claudia:
- Te han invitado a un cumpleaños. Llamas a la puerta de tu amigo.
- Sales del comedor y coges tu abrigo del perchero. Pero una vez fuera te das cuenta que no es el tuyo.
- Preparas tu maleta para pasar el fin de semana con mamá y papá. ¿que hay que llevar?
- En la granja, miras los animales. El granjero te dice si quieres darle de comer. Las gallinas avanzan hacia ti y están muy impacientes.
- Es tarde. No esperamos a nadie. Pero llaman a la puerta.
- Todo está tranquilo en casa, no hay ruidos. Lees un libro. Y de repente suena el teléfono.
- Al salir de colegio, encuentras un perro que se pasea solo y que parece perdido.
- Estas en un concierto. Todo el mundo escucha en silencio la maravillosa canción, pero tu tienes muchas ganas de estornudar e intentas retenerlo a cualquier precio.
Inventar un personaje y aprender a relacionarse
Crear un personaje, hablar de la manera que suele hacerlo, como suele caminar, su carácter, su historia. Claudia se ejercita a descentrarse para conocer mejor a los demás, entrar en su imaginación, pero pierde rápidamente el hilo de la consigna y juega con su propio rol y con un «yo» que vuelve… así que le pido organizar un encuentro entre el personaje y ella misma, así vuelve a encontrar la consigna. Estos ejercicio son muy fáciles con las marionetas emociones, que ofrecen un personaje concreto y dos sentimientos para el mismo personaje.
La mímica con luz UV o ultravioleta
Jugamos el hombre invisible entrenándonos con los juegos de luz UV.
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Las ondas UV iluminan los objetos fluorescentes, creando miles de ideas a explorar
Una mano que baila o que dice hola, un pañuelo que sale del pantalón invisible con el tejido fosforescente, nos sonamos. ¿pero que pasa? el hombre invisible esta entre nosotros! Perfecto para trabajar el esquema corporal y la discriminación gracias a las apariciones y desapariciones.
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