Los niños de hoy en día necesitan desarrollar nuevas habilidades para tener éxito y vivir bien en un mundo que se reinventa constantemente. El papel de los maestros y los padres es prepararlos para este nuevo día todos los días. Durante esta Semana de la Educación en Hop’Toys, nos preguntamos cómo la escuela se puede adaptar para dar a los estudiantes todas las oportunidades de adquirir ¡las habilidades del siglo 21!

Clases adaptadas al mundo actual

El mundo se mueve y cambia, pero las aulas han permanecido ostensiblemente iguales durante décadas. Este es un hecho lamentable en vista de los numerosos estudios publicados sobre la importancia del entorno y el diseño del trabajo en el bienestar y la adquisición de habilidades.

Se sabe, por ejemplo, que los pasillos estrechos provocarán inevitablemente fricciones entre los estudiantes y, por tanto, una cierta agresividad que va en contra de las habilidades de colaboración y comunicación que se reconocen como indispensables. Otro ejemplo es que la postura del maestro en un aula (de pie, delante de la clase) no es errónea en sí misma, pero no va con el compromiso, la implicación y la postura de búsqueda propia que se quiere desarrollar en los niños. Así, colocados frente al profesor, están, de hecho, en una posición de observación, de recepción del conocimiento. Este modelo más bien tradicional parece cada vez menos apropiado para los objetivos de la escuela, que son preparar a los niños para sus futuros trabajos, hacerlos ciudadanos del mundo y darles las claves para vivir bien en sociedad.

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Modernizar las clases a través del material

Dado que el entorno en el que se trabaja influye en gran medida en las habilidades que se adquieren y desarrollan, es importante modernizar las escuelas y las aulas. Para empezar, es necesario que haya un espacio que anime a los niños a ser creativos e innovadores y que facilite la comunicación y el trabajo en equipo. Para ello, el aula debe ser pensada como diferentes islas y espacios en los que los alumnos pueden situarse según los proyectos que están trabajando. Cada alumno podría entonces cambiar de lugar durante el día según el trabajo que tenga que hacer. Esto es lo que se hace muy a menudo en la guardería. Estas diferentes rincones que pueden ser diferenciados por el color y el mobiliario. Cada área tendrá su propia especificidad de acuerdo con las habilidades que queremos fomentar. Hoy en día estamos evolucionando en la era de la movilidad, por lo que es importante que esto se manifieste en el lugar donde nuestros hijos pasan la mayor parte del día.

Zonas diferentes según las actividades pedagógicas

Se puede proponer:

• una zona de trabajo para la lectura,
• una para trabajar en equipo en un proyecto común,
• otra zona libre para dar libertad a la creatividad del niño, poniendo material a su disposición,
• un rincón de tecnología donde el niño pueda desarrollar la codificación, utilizar los soportes informáticos,
• una zona de escritorio para un trabajo individual, un lugar para concentrarse y realizar solos lo que deseen hacer.

_{Imagen : Foto de la web : http://www.enseigneravecdesapps.com/2019/04/reflexions-sur-la-classe-flexible.html}

La importancia del mobiliario

A través de los muebles utilizados, transmitimos un mensaje de tolerancia, de aceptación de la diferencia. En efecto, cada individuo es diferente, tiene necesidades diferentes, específicas para algunos. El mobiliario debe ser capaz de traducir esta diversidad para servirla mejor. El hecho de considerar y reflexionar sobre el diseño y la elección de los muebles en el aula muestra inconscientemente que uno integra la diferencia en su práctica educativa. A partir de entonces, el aula se vuelve más inclusiva.

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Los asientos dinámicos

Una vez definidas las diferentes áreas de trabajo, el mobiliario también es importante. Si es posible, se debería dar preferencia a los muebles de diseño, ergonómicos, con mesas de diferentes formas y posiblemente de diferentes alturas, así como a los asientos dinámicos. El asiento dinámico permite un movimiento ligero y favorece la concentración. Por lo tanto, se pueden introducir grandes bolas para sentarse, sillas de diferentes formas y colores, cojines para colocar directamente en el suelo o en una silla, sillones o puestos de trabajo de pie. Algunas clases incluso se equipan con bicicletas de interior para permitir el movimiento que hoy en día sabemos que favorece la atención, especialmente cuando debe ser continuo. Aquí están algunos ejemplos de asientos dinámicos propuestos en Hop’Toys :

Sitting ball : Una gran pelota para un asiento dinámico y confortable! Proporciona un asiento que puedes inflar más o menos según tus preferencias. ¿Su ventaja? Una funda extraíble, lavable a máquina a 30° para una higiene perfecta. Mango para transportarlo en la funda. Globo de PVC sin ftalatos de 65 cm de diámetro con válvula para facilitar su inflado.

Tabouret Tilo : Estos taburetes son los campeones del asiento dinámico. Su base ligeramente redondeada permite un movimiento continuo, lo que favorece la atención y concentración. ideal para niños con trastornos de la atención con o sin hiperactividad. En plástico robusto con relieves antideslizantes en la base y a nivel del asiento. Varias tallas y colores.

Cojín dynair premium 33 cm : Este cojín ergonómico se coloca en una silla para crear un asiento dinámico y confortable para aumentar la concentración. Se puede usar en casa o en la escuela. Un lado está equipado con picos para la estimulación táctil, el otro lado es liso. Tamaño: 40 cm perfecto para adolescentes. A partir de 3 años. Bomba no incluida.

La importancia del mobiliario: los cajones

Otro mueble que no hay que descuidar: el espacio de almacenamiento. Son esenciales para el buen funcionamiento del aula y para proporcionar un espacio cómodo en el que trabajar con total serenidad, deben ser prácticos y accesibles para todos. De esta manera, cada alumno comprenderá que es responsable del material que tiene en sus manos y desarrollará así habilidades de respeto y autonomía.

Añadir la dimensión ecológica en el colegio

El calentamiento global está en boca de todos, especialmente de los más jóvenes. La formación y la sensibilización de los niños sobre este tema es inevitable. Por lo tanto, las escuelas y los maestros tienen un papel que desempeñar. Empezando por adaptar la escuela para darle esta dimensión ecológica. ¿Cómo se puede hacer esto? En primer lugar, permitiendo a los niños estar en contacto con la naturaleza, la tierra, para entender el crecimiento, el ciclo de las estaciones…Varios cambios son posibles y ya están en marcha en muchas escuelas o clases:

• Tener un espacio exterior con o sin huerto para abordar temas clave como el cultivo de frutas y verduras, la necesidad de agua, la importancia de la fauna y la flora, etc.
• Tener plantas en el interior de la clase enseña a los niños a ocuparse de ellas,
• Reciclar en clase y en el colegio en general,
• En el comedor: organizar un desafío de cero desechos, utilizar productos locales, orgánicos y de temporada, una comida vegetariana por semana, etc.

Si ha establecido otras acciones dentro de su institución no dude en darlas a conocer en el comentario de este artículo.

Acompañar con la pedagogía

Este nuevo tipo de clase implica necesariamente una evolución en su enfoque pedagógico. En efecto, en este tipo de enseñanza, el alumno es mucho más libre y está mucho más involucrado en su aprendizaje. El profesor no dicta el conocimiento, acompaña a sus alumnos a adquirirlo, los guía y establece las reglas a respetar dentro del espacio de trabajo. No estamos hablando de autoridad, sino de más respeto. El profesor no representa a la policía, sino que es la persona de referencia a la que hay que dirigirse para todos los asuntos que afectan a la clase.

Por supuesto, es necesario que haya un tiempo de ajuste para cada uno para que la clase pueda encontrar su propio ritmo. Puede haber más charla al principio, pero al sentirse más involucrados, los estudiantes también estarán más motivados y aprenderán a hacerse cargo de sí mismos rápidamente. Este tipo de clase proporciona motivación y está más en sintonía con el mundo que les rodea. A través de este tipo de enseñanza, los niños desarrollarán competencias clave para el siglo XXI al ser actores de su propio aprendizaje.

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