La logopedia es un tratamiento que debe ofrecerse con regularidad, y a veces incluso de forma intensiva, para esperar alcanzar rápidamente los objetivos fijados. Sin embargo, el tiempo de descanso es esencial para la persona que está siendo tratada, para tomarse tiempo para sí misma y para pensar en otras cosas, por supuesto, pero también para fijar lo aprendido y anclarlo en la vida diaria. Y también es esencial para el terapeuta, para permitirle recargar las pilas. Descubre nuestras ideas para continuar con tu hijo, el trabajo del logopeda durante estos meses de vacaciones.
Hablar con tu logopeda
A menudo, las sesiones de logopedia se llevan a cabo sin la presencia de los padres, que esperan en la sala de espera. Por lo tanto, el paciente está a solas con el terapeuta. Esto está cambiando, ya que muchos logopedas hacen hincapié en la importancia del apoyo y la orientación de los padres para que el paciente y sus familiares sean lo más independientes posible en el tratamiento. Esto también les dará la oportunidad de retomar los objetivos fijados en el día a día y de establecer el vínculo con las sesiones de logopedia. Sea cual sea la organización de las sesiones de su hijo, el terapeuta es un interlocutor privilegiado con el que debe sentirse libre de intercambiar.
Antes de irse de vacaciones, es importante dedicar tiempo a discutir y revisar los objetivos, los progresos y las dificultades que aún persisten, para que pueda participar en el tratamiento y aplicar los consejos del logopeda. No dude en pedirlo: será beneficioso para su hijo y permitirá establecer una verdadera asociación terapéutica, esencial para progresar.
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Aprovechamos cada ocasión como una oportunidad
No es necesario sentarse en una mesa para trabajar: las vacaciones son una oportunidad ideal para comunicarse, compartir y progresar. Además, a su regreso, los niños suelen estar encantados de contar a su terapeuta todas las nuevas experiencias que han vivido. Por lo tanto, ¡aproveche todas las oportunidades para estimular a su hijo, para que avance, de acuerdo con los objetivos que ha discutido con su logopeda!
¿Tu hijo necesita desarrollar su vocabulario?
Es una oportunidad para llevarles al mercado a nombrar las frutas y verduras, a la calle comercial a decir los nombres de las tiendas, a dibujar en la arena y hacer adivinanzas, a hacer un libro de dibujos…
¿Tiene tu hijo dificultades con el lenguaje escrito?
Por qué no leer la tarjeta de la heladería, escribir una postal a su mejor amigo, escribir el menú de la noche, hacer un diario de viaje en familia…
¿Tu hijo tiene dificultades sintácticas?
¿Y si contáramos nuestro mejor momento del día cada noche? También podemos elegir una palabra/imagen que nos recuerde las vacaciones y hacer una frase con ella. O podemos imprimir las fotos sobre la marcha y escribir una pequeña frase en el reverso, para recordar…
¿Tu hijo utiliza la Comunicación Aumentativa y Alternativa?
Durante las vacaciones, nos encontramos con nuevos interlocutores potenciales, por lo que podemos intercambiar con ellos, darles a conocer la CAA, crear nuevas páginas de comunicación vinculadas a nuestras actividades, tablas de lenguaje asistido… También podemos establecer pequeños objetivos concretos, como un número diferente de interlocutores cada día, el uso de ciertos elementos léxicos poco utilizados, el trabajo dirigido sobre «dónde», «quién» o incluso el hecho de tener una herramienta de comunicación todo el tiempo, ¡todos los días!
Sea cual sea el objetivo de la logopedia de tu hijo, todas las situaciones cotidianas son oportunidades para desarrollar sus habilidades contigo: ir de visita, hacer una tarta, ir a la playa o al bosque, jugar juntos a un juego de mesa, construir un castillo de arena, etc. En vacaciones, solemos estar todos más relajados y es una oportunidad para compartir momentos sin la presión del colegio, el trabajo o los resultados. Para los niños, es una oportunidad de tener a sus padres atentos, disponibles y menos estresados que en la vida cotidiana, y suelen ser buenas oportunidades para ser más independientes.
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Pusimos en tu maleta algunas actividades específicas
Una pizarra con un Time Timer integrado
El Time timer, una herramienta esencial para la gestión de la vida diaria, está esta vez asociado a una pizarra blanca borrable, en la que se puede escribir o dibujar. Algunas ideas de uso: escribir la palabra o cita del día con la familia, escribir una instrucción y asociar un tiempo para llevarla a cabo o escribir el programa del día con palabras o pictogramas.
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Este material propone múltiples actividades relacionadas con el tema de las expresiones faciales: expresión oral, clasificación, bingo. 6 expresiones: la sonrisa, la risa, la tristeza, el enfado, el asco y la sorpresa. 30 fotos de 24 x 18 cm, 6 tarjetas de bingo por las dos caras, 30 fotos de 8 x 6 cm, 6 fichas ilustradas y 1 guía pedagógica.
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Haz la maleta
Una tarjeta muestra los accesorios que hay que poner en la maleta. A continuación, tienes que coger las diferentes figuritas que los representan y meterlas en la maleta para que se pueda cerrar. Y rápidamente descubrimos que no es tan sencillo. Entonces es necesario, como en un Tetris, girarlas, reordenarlas… Un excelente juego para desarrollar las habilidades de planificación, localización espacial y razonamiento.
Imágenes de verbos: 50 fotos grandes que representan los niños en acción, en contextos diferentes, de la vida cotidiana. La calidad y precisión de las fotos favorece la observación, la clasificación y la categorización. Su gran formato permite una manipulación fácil. Acabado mate para una comodidad visual, sin reflejos. Caja rígida para guardar el juego. Guía pedagógica. Dim. 21 x 15 cm. A partir de 3 años.
Libro de comunicación cinturón: Este libro de comunicación se puede llevar alrededor de la cintura gracias a sus lazos en los que se puede deslizar un cinturón. Le permite tener siempre pictogramas para mostrar o dar para iniciar una comunicación. 8 páginas, tamaño 23 x 10 cm. Un bolsillo con cremallera le permite almacenar imágenes que no necesita. El cinturón se vende por separado. Cubierta azul. Pictogramas/imágenes que no se venden con el cuaderno.
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Contar historias
Adivina qué imito: Tira el dado y coge una tarjeta correspondiente al color indicado. Sin enseñar la tarjeta a nadie, dale la vuelta al reloj de arena y empieza a imitar lo que aparece en la tarjeta. 4 categorías para adivinar: animales, objetos, oficios y acciones. 40 tarjetas en total, hechas de cartón grueso extrafuerte. Dimensiones: 9 x 7,5 cm. A partir de 3 años.
Picto-dados cuentos clásicos: 15 dados para desarrollar habilidades de construcción de frases. Los dados están organizados en 5 categorías cuyos colores simbolizan las clases gramaticales: sujeto, verbo, sustantivo, adjetivo, adverbio. Las diferentes imágenes/pictogramas sobre el tema del cuento para cada clase proporcionan variedad.
Rush hour modelo standard: Desliza los vehículos hacia delante o hacia atrás para liberar el camión de los helados. Por supuesto, ningún vehículo debe ser levantado. A partir de los 8 años. Contiene: 15 coches en el atasco, 1 bolsa de almacenamiento, 40 tarjetas de desafío progresivo.
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Aunque el logopeda de tu hijo esté de vacaciones, puedes seguir apoyándolo durante las mismas con actividades cotidianas como ir al mercado, a la playa… y con juegos o actividades divertidas pero también educativas.
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