El lagarto Manimo es un compañero ideal para los niños. Aporta seguridad y calma gracias a su carga que estimula es sentido propioceptivo y favorece la concentración.
Manimo está destinado a todos los niños, pero se dirige más específicamente a las necesidades de aquellos con TDAH, trastornos del espectro autista, ansiedad y muchos otros trastornos. Puede utilizarse a partir de los 3 años, siempre bajo la supervisión de un adulto. Fácil de manejar, el Manimo se coloca sobre las partes más receptivas del cuerpo del niño: hombros, cintura, muslos, estómago. ¡Manimo son dos kilos y 77 cm de comodidad! Se recomienda su uso en periodos de 15 a 20 minutos para estimular el descanso y/o la concentración.
¿Cuáles son sus beneficios?
Manimo aporta múltiples beneficios:
- Aporta u sentimiento de seguridad a los niños
- Favorece la atención y la concentración
- Calma los excesos de energía
- Es un aliado perfecto para los padres o los profesionales que acompañan al niño
Juguetón y chispeante, el Manimo participa en el desarrollo de la imaginación. Ellos se calman y reconfortan para permitir que los niños alcancen su máximo potencial. Y además, siempre están contentos de recibir un gran abrazo.
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Le Manimo acompaña a los niños tanto en situaciones que provocan ansiedad como en sus momentos de relajación. Se pueden utilizar en cualquier momento y en múltiples lugares:
- En casa (siesta, tarea, dormir, calmarse)
- En la escuela (relajación, concentración, atención)
- Antes o durante una actividad extra-escolar (para calmar la ansiedad antes o durante una clase)
- Antes o durante una salida, actividad familiar o cita (ansiedad relacionada con una situación de ansiedad no recurrente)
¿Porqué utilizarlo?
Profesionales de la primera infancia, padres y maestros; todos ellos han proclamado en voz alta la necesidad de una herramienta de este tipo. Porque un niño que vive con una discapacidad de aprendizaje o un trastorno de conducta debe aprender a «establecerse» para alcanzar su pleno potencial. La pesadez es la clave porque así es:
- Le permite sentir mejor su cuerpo en el espacio
- Tiene un efecto calmante sobre el sistema nervioso
- Regulación de los comportamientos y de las emociones
- Promueve la concentración
El Manimo permitirá a los niños que viven con TDAH calmar su exceso de energía cuando se trata de concentrarse, controlar sus emociones o simplemente encontrar la calma deseada. El aspecto calmante, reconfortante y tranquilizador de Manimo permitirá a los niños con TEA manejar mejor las situaciones estresantes y situarse cuando se encuentren en un entorno desconocido. Los beneficios de Manimo son variados. Los niños que viven con oposición, ansiedad o deficiencia de aprendizaje encontrarán consuelo y la ayuda que necesitan a través de un Manimo!
El niño se centrará en este animal pesado y por lo tanto da un paso atrás de sus pensamientos desagradables o ansiosos. Podríamos comparar el funcionamiento del Manimo con el de una manta… Para dormir bien, algunas personas necesitan envolverse. Sus mantas les tranquilizan y les dan una sensación de seguridad. Gracias a su peso y a su superficie de contacto, Manimo proporciona una sensación tranquilizadora. El animal se coloca sobre el estómago del niño para promover el sueño o alrededor de sus hombros si necesita que se le consuele y se le consuele.
¿Cómo funciona?
Manimo proporciona estimulación sensorial propioceptiva, es decir, una presión profunda ejercida en la zona del cuerpo donde se coloca el manimo, que tiene un efecto calmante en el sistema nervioso del niño. De este modo, permite calmar el exceso de energía a la vez que proporciona sensaciones de contacto profundo. Por lo tanto, el Manimo tiene el efecto de optimizar la concentración mientras ayuda a los niños a sentir mejor la posición de su cuerpo en el espacio.
Su envoltura brillante proporciona una buena estimulación visual, atrae a los niños y juega un papel importante para las personas con discapacidades. Y como esta lagartija no produce sonido, no hay riesgo de que se desborden los estímulos sensoriales.
Dado que están destinados a ser palpados, tirados, arrastrados, aplastados, se aprecia que estos lagartos no contienen ninguna parte sobresaliente. Sus ojos están pintados con tinta no tóxica y no se desprenden.
- Para reducir la agitación motora y aumentar la concentración en clase: coloque el maniquí sobre sus hombros cuando lea un cuento (20 minutos).
- Para optimizar la concentración durante la tarea: coloque el maniquí en el regazo del niño cuando se siente en la mesa para trabajar.
- Para permitir la relajación y la relajación a la hora de acostarse: coloque el maniquí en la espalda o en el pecho del niño cuando esté acostado en la cama para el cuento.
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Los productos lastrados se recomiendan generalmente para personas con trastornos autistas, hiperactivos o de modulación sensorial. También se utilizan para personas mayores con enfermedad de Alzheimer o demencia. ¿Su hijo siempre necesita cargar cosas pesadas? ¿Le gusta que lo entierren con cojines? ¿Quizás está buscando una presión profunda en estas actividades comparable a la que traen los productos de lastre?
Antes que juguete, el Manimo es una herramienta terapéutica que se puede utilizar en casa, en un centro de consulta o en la escuela. Promueve el desarrollo sensorial y crea una sensación de bienestar en quienes lo manejan. ¡Alegre para jugar y realmente reconfortante, este lagarto tiene todo para complacer a los niños y a sus padres!
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