Jugando con un balón, un niño mejora su coordinación y su habilidad. Desarrolla su equilibrio y su fuerza muscular. Tomar conciencia de su cuerpo como una herramienta: utiliza sus brazos, sus manos para atraparla y chuta con el pie.Aprende a calcular las distancias, a afinar su seguimiento visual, a dosificar su fuerza, a desplazarse en función de diferentes parámetros… Propongale pelotas y balones que sean diferentes por su materia, su talla, su forma, su peso o incluso su color permitiendo al niño el desarrollo de su motricidad aportando un estimulo sensorial suplementario.
¿Cómo enseñarle a atrapar un balón?
Proceda de manera gradual. Comience por hacer rodar el balón entre usted y el niño en posición sentados. Después hágalo rebotando el balón en el suelo. Este rebote le dará más tiempo para preparase a recepcionar y planificar sus movimientos. Puede también utilizar un balón más ligero donde el desplazamiento será más lento como en el balón Dongo.
Utilice sobre todo balones táctiles y /o sonoros: aportarán una estimulación suplementaria permitiendo integrar mejor la sensación de movimientos.
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