Según Stanislas Dehaene, psicólogo cognitivo, neurocientífico y profesor en el Collége de France, las neurociencias han identificado al menos cuatro factores determinantes en la velocidad y la facilidad de aprendizaje: la atención, la participación activa, la retroalimentación y la consolidación. En este artículo, nos centraremos en el primer factor, el de la atención. Volveremos a hablar sobre el intenso vínculo que hay entre la atención y el aprendizaje, sobre la importancia de la atención conjunta y sobre lo que llamamos más comúnmente como trastornos de la atención y del aprendizaje. Por último, te presentaremos algunas herramientas que realmente pueden ayudar a paliar estos trastornos.
Audrey Akoun e Isabelle Pailleau, autoras de La pédagogie positive, definen la atención como:
El movimiento cerebral que permite orientar nuestras acciones hacia un objetivo, hacia un foco de interés… Gracias a ella, captamos, mediante nuestros cinco sentidos, la información procedente, bien de nuestro entorno, bien de nuestras sensaciones emocionales o psicológicas.
Los tres sistemas de atención
El psicólogo estadounidense Michael Posner distingue al menos tres sistemas atencionales:
- La alerta, que modulará e influirá en el nivel de vigilancia.
- La orientación de la atención, que centrará la atención en un objeto, sobre un objetivo concreto.
- El control ejecutivo, que va a determinar los resultados de la atención y la puesta en práctica de la misma.
Estos tres sistemas de atención pueden facilitar el aprendizaje, pero también lo hacen más complejo. Esto es lo que ocurre si la atención no se comparte de forma conjunta por parte del profesor, padre o profesional. Este último debe fomentar la atención del niño canalizándola y cautivándole en todo momento.
La alerta y la vigilancia permiten determinar cuándo es conveniente estar atento. Se ha demostrado que los videojuegos, por sus niveles de alerta y vigilancia debido a la cantidad de estímulos auditivos, visuales e, incluso, táctiles que representan, son herramientas extraordinarias para movilizar los sistemas que fomentan la alerta y la vigilancia.
El sistema de orientación de la atención, por su parte, determina el objeto de la atención, es decir, a lo que le prestamos atención. De hecho, daremos más importancia a las señales a las que nos dirija la atención, dejando de lado todo lo que pueda parecer una distracción o irrelevante.
El sistema de atención ejecutiva determina cómo se procesará la información seleccionada. Esto supondrá la planificación, la selección y el inicio del foco de atención.
La atención es selectiva, esto significa que cuando se centra sobre una tarea concreta, va a ser muy difícil que el niño sea capaz de gestionar una situación de «doble tarea». Cuando se pide a un niño que gestione varias operaciones cognitivas bajo el control de la atención, una de las dos operaciones se ralentizará o se interrumpirá.
La atención determina el aprendizaje
La atención determina el aprendizaje y por eso es tan importante movilizar la atención de los niños. El maestro, el padre o el profesional que asista al niño en su aprendizaje, debe hacer todo lo posible para atraer la atención del niño, especialmente a través del contacto visual y verbal. Esto se llama atención conjunta. También es fundamental no distorsionar la atención del niño, especialmente la de un niño con dificultades, creando una doble tarea, como ya hemos mencionado.
Hay varios tipos de atención:
- La atención selectiva: escuchar al maestro sin distraerse con el ruido alrededor; concentrarse en la trama de la historia sin distraerse con los detalles al escuchar una historia.
- La atención dividida o compartida: tomar notas, leer la información escuchando las instrucciones.
- La atención sostenida y la vigilancia: ser capaz de permanecer atento durante un ejercicio largo y monótono (la vigilancia de un vigilante nocturno, por ejemplo).
Los trastornos de la atención TDA/H en los niños
Un niño con un trastorno de la atención, con o sin hiperactividad, fundamentalmente mostrará pruebas de falta de atención. Le resultará muy difícil seguir instrucciones, olvidará detalles con frecuencia y abandonará sus actividades rápidamente. Estos niños también pueden mostrar hiperactividad (una incapacidad para permanecer sentado con una agitación extrema) o impulsividad (tendencia a interrumpir la conversación, incapacidad para esperar su turno).
La atención es un proceso cerebral complejo. Esto significa, y hay que tenerlo en cuenta, que las dificultades que tienen los niños con TDA/H tienen causas neurobiológicas, derivadas de un desequilibrio entre los neurotransmisores del cerebro. Sin embargo, es posible «educar» la atención, para desarrollar el funcionamiento ejecutivo indispensable en el aprendizaje.
>> Lee también: trastornos de la atención, ¿la enfermedad del siglo?
Diferentes estrategias para gestionar los problemas de atención
Permitir que el niño se mueva y haga descansos: el movimiento es necesario para favorecer la atención de los alumnos con trastornos de la atención. Este trabajo en movimiento o en secuencias, que deberá incluir pausas, le permitirá sentir, progresivamente, una oleada de energía mental. También se ha demostrado que permitir que el niño tenga las manos ocupadas con un fidget permite mejorar su capacidad de concentración y su capacidad de atención.
Variar los talleres pedagógicos: tanto para un niño con trastornos de la atención como para un niño sin ellos, puede ser muy difícil permanecer escuchando al maestro dando clase durante horas. Por ello, es fundamental que los maestros multipliquen los soportes pedagógicos alternando talleres grupales, talleres individuales, trabajos en grupo, lecciones en la pizarra, ejercicios, etc.
Establecer un tiempo de descanso: puede ser interesante realizar un taller de relajación en clase. Por la mañana, después del recreo y a primera hora de la tarde, por ejemplo, se puede invitar a los niños a que se den un masaje, descansen un rato y se relajen.
Limitar el ruido y las distracciones exteriores: el uso de cascos antirruido y la eliminación de los utensilios que molestan en el aula pueden mejorar la capacidad de concentración de los alumnos.
Elegir las herramientas para fomentar la atención y el aprendizaje
¿Qué criterios hay que tener en cuenta a la hora de elegir una solución de asiento activo?
Hay muchas soluciones de asiento activo. Permiten responder de forma socialmente aceptable a la necesidad que tienen muchos niños de moverse para canalizar su atención. Distinguiremos varios tipos de asientos activos que aportarán diversas ventajas.
Los cojines de asiento:
Cojín Dynair redondo: tiene un lado liso y otro cubierto con pequeños picos para favorecer la estimulación táctil.
Cojín Dynair con picos: este cojín ergonómico puede colocarse en una silla para crear un asiento dinámico y cómodo. Tiene un lado cubierto con pequeños picos para favorecer la estimulación táctil y otro lado liso. Puede utilizarse para fomentar la concentración gracias a los movimientos que permite realizar.
Estos cojines en forma de oblea se inflan con aire y pueden colocarse sobre una silla o, incluso, directamente en el suelo. Los hay con pequeños picos que ayudan a favorecer la estimulación táctil. Se puede controlar el nivel de inflado de los cojines, para que el niño pueda rebotar más o menos sobre ellos. El rebote será discreto y ligero, pero permitirá que el niño no esté estático en su asiento.
Las pelotas:
Sitting ball: ¡una gran pelota para sentarse cómodamente de forma dinámica! Proporciona un asiento muy tónico y se puede inflar más o menos según se prefiera. ¿Su mayor ventaja? Su funda extraíble y lavable a máquina a 30 ºC, ¡para una higiene perfecta! Cuenta con un asa en la funda.
Sit ‘n’gym: una silla de oficina muy original, ¡ya que es una pelota! Gracias a sus 4 pequeñas patas, esta pelota no rueda y permite mantener una buena postura erguida. Funcional en la oficina, en casa y en la escuela.
Las pelotas proporcionan un cómodo asiento dinámico y muy tónico. El rebote será mayor y los movimientos más amplios que con un cojín Dynair. Sobre la pelota, son más las partes del cuerpo que se ven implicadas. También puede inflarse más o menos según las necesidades. Es un asiento completamente tónico que no va a mantener el cuerpo en ninguna posición específica.
El taburete Tilo
El taburete Tilo, por su parte, es un taburete con una base redondeada que permite que la persona que se sienta sobre él realice un movimiento continuo. A diferencia de las pelotas y los cojines Dynair, el taburete no rebota, sino que más bien permite realizar un movimiento de balanceo, que los niños suelen preferir.
>> Para leer: ¡asientos dinámicos para todos!
¿Qué criterios hay que tener en cuenta a la hora de elegir un fidget?
Como los fidgets deben ser discretos en clase, aquí te mostramos nuestra selección de herramientas indispensables que pueden amasarse y triturarse en todos los sentidos y que proporcionan bienestar táctil a la vez que mejoran la capacidad de atención y concentración.
Fidget Mox: nos encanta presionar este fidget sujetándolo con el índice y el pulgar a cada lado. Nos gusta deslizar la punta de los dedos en las cuencas de los ojos o dentro de la «boca» para notar una ligera presión calmante. Es un fidget silencioso, de tacto suave y muy agradable.
Cabezal de bolígrafo para morder Ark: este cabezal se desliza sobre el extremo de cualquier bolígrafo para aliviar la necesidad de morder tanto de niños como de adultos. Varias resistencias a elegir según el perfil y las necesidades del usuario. Es un fidget silencioso.
Pulseras fidgets: cuentan con un cierre de cremallera que puede deslizarse indefinidamente en un sentido o en otro. Permite tener las manos ocupadas a la vez que proporciona una ligera retroalimentación sonora muy discreta.
Collares mordedores Ark Brick: ofrecen una solución discreta para los niños que tienen una necesidad irrefrenable de morder. Tienen un lado con grandes picos y otro con picos más pequeños. Es un fidget silencioso.
Lápices fidget: estos 4 lápices para papel están equipados con puntas que pueden manipularse. Los tornillos pueden atornillarse indefinidamente, pero también girarse para mantener las manos ocupadas y favorecer la concentración.
El Tangle: el Tangle es un excelente fidget, ya que su movimiento continuo es muy relajante. Es muy discreto, por lo que cabe en un estuche o en el bolsillo. Además, su diseño sin connotaciones infantiles permite su uso a cualquier edad.
Fidget Loopeez: basta con colocar el fidget en la palma de la mano para divertirse haciendo girar los dos anillos de metal.
Fidget Boinks: los fidgets Boinks están compuestos por un tubo de red suave en cuyo interior hay una pequeña bola. Te encantará moverla de un lado a otro realizando un movimiento continuo. Totalmente silencioso.
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