Cuando hablamos de robots pensamos enseguida en las películas de ciencia ficción y no en la robótica de hoy en día que mejora la autonomía de las personas con discapacidad. Es por ello que cada día estos robot para ganar en autonomía se desarrollan cada vez más.
Les vamos a presentar en este dossier lo que pueden aportar los robot a las personas con discapacidad pero también ejemplos concretos de modelos ya existentes.
Robots, ¿para qué?
La robótica permite adquirir una mayor autonomía que constituye una gran preocupación para las personas con discapacidad y su entorno. La búsqueda y el desarrollo en el dominio de las ayudas técnicas se han reforzado con el paso del tiempo y conocen hoy en día una fuerte progresión sobre todo con el envejecimiento de la población que permiten al mismo tiempo estimular la autonomía en las personas con discapacidad.
Se han realizado numerosos progresos en el dominio de la robótica que marca una profunda evolución en el mundo de la discapacidad. Podemos señalar los avances en el dominio de la discapacidad motora en cuanto a brazos y piernas artificiales dirigidas directamente por el cerebro o los exoesqueletos permitiendo una mejora considerable en el andar. A nivel de la discapacidad mental y cognitiva, lo robots en forma de animales permiten completar las terapias comportamentales que se aplican en la actualidad.
Dos ejemplos concretos de robots que ayudan a personas con discapacidad
Para comprender mejor los beneficios que pueden aportar los robots a las personas con discapacidad les dejamos algunos ejemplos:
Los robots de ayudas funcionales :
- Los brazos robotizados fijos: Estos robots fueron concebidos para las personas tetraplejicas para los que la vida diaria constituye un verdadero desafío, desde el desplazarse a coger objetos. Gracias a una silla de ruedas las personas pueden encontrar la movilidad. Los brazos robotizados les permiten encontrar la función de manipulación. Estos son algunos:
El robot MANU : Manu es un brazo robotizado que se fija en la silla de ruedas de la persona. Es el brazo manipulador más utilizado en el mundo. Se trata de un brazo articulado y equipado de una pinza motorizada en su extremidad. El pilotado de este brazo robotizado se efectúa gracias a un joystick fijado en el brazo de la silla o con un teclado de 16 teclas. Estas dos interfaces están adaptadas a pacientes que guardan una motricidad de los dedos.
El robot Aviso: también es un brazo robotizado. La diferencia es que este está dotado de un sistema de visión que simplifica el pilotado de la maquina por el hombre.
El robot ARPH : Es un robot autónomo de asistencia a personas con discapacidad. Este robot cilíndrico está equipado del brazo MANU y capaz de orientarse solo en su entorno, de desplazarse evitando obstáculos, reconocer ciertos objetos y cogerlos.
- Los exoesqueletos : Son equipos articulados y motorizados fijados sobre el cuerpo a nivel de las piernas o de la cadera, incluso en la espalda o los brazos. Facilita los movimientos añadiendo la fuerza de los motores eléctricos. Este equipamiento puede permitir a las personas tetraplejicas caminar de nuevo según el profesor Yoshiyuki Sankai. Un ejemplo:
HAL (Hybrid Assistive Limb) : Es un ejemplo de exoesqueleto motorizado destinado a ayudar a personas con dificultades para moverse. Permite asistir los movimientos y elevar grandes cargas. Este robot revolucionario funciona gracias a un ordenador y a pilas que activan las articulaciones motorizadas en las rodillas y las caderas. Una vez las articulaciones motorizadas activadas, el exoesqueleto se pone en movimiento y permite a las personas caminar. Es este exoesqueleto que a permitido a un japones que tenia una discapacidad de escalar el Mont Saint- Michel.
Los robots de compañía:
Los científicos están convencidos: la robotica de asistencia podrá ayudar a paliar otras deficiencias además de la perdida de autonomía funcional. Muchos científicos piensan en la utilización de técnicas de realidad virtual que permiten ayudar a la reeducación de algunos trastornos psiquiátricos de la percepción del espacio. Incluso, el desarrollo de los robots, toman forma de animales, permitiendo completar las terapias comportamentales puestas en marcha para favorecer el aprendizaje de los colores o la adquisición de los números en niños con problemas graves de las funciones cognitivas. Un ejemplo:
Paro, el robot bebé foca: Este bebé foca ha sido concebido para aportar un apoyo emocional a los pacientes. Cuando una persona lo toca se mueve: mueve la cabeza, la cola, pestañea, pedir comida… Los beneficios terapéuticos de la interacción de un paciente con un animal han sido probados científicamente. Varios han sido los test realizados con Paro para saber si tenia también vertientes terapéuticas a aportar. Resultado:
- Paro consiguió devolver la sonrisa y el habla a los niños tristes por una hospitalización de más de 6 meses.
- En algunos casos mejora el comportamiento de las personas con Alzheimer.
- Mejora el humor de los pacientes adultos, aumenta sus interacciones sociales y baja su nivel de estrés.
Muchos estudios y tests deben efectuarse en el mundo de la robótica. Sin embargo, hemos constatado que se han realizado enormes progresos y que estos representan una gran esperanza para las personas con discapacidades funcionales pero también para aquellas con trastornos psíquicos o mentales.
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