Quitar el pañal representa uno de los grandes pasos hacía la autonomía en la vida de los niños. El verano es generalmente la época del año ideal para que tu hijo aprenda a ir al baño. No existe el método milagro para conseguirlo, pero sí algunos consejos que pueden serte de ayuda:
No presiones al niño
Lo primero que debe saber es si tu hijo tiene la capacidad de controlar el esfínter: músculo que mantiene la vejiga y el ano cerrados. Generalmente, es alrededor de los 2 años que los niños comprenden que algo pasa en su cuerpo. Para los niños en situación de discapacidad, el quitar el pañal puede ser un verdadero desafío y para algunos esta adquisición quizás no pueda realizarse. Cada niño va a su ritmo y se debe respetar, con o sin discapacidad. No se debe presionar o forzar un proceso cuando todavía no está o se siente preparado. Puede ser contraproducente y con un resultado negativo.
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Trucos a realizar en casa
- Compra un orinal y colócalo en el cuarto de baño explicándole para qué sirve.
- Explica al peque cómo expresar su deseo de ir al baño con gestos o palabras.
- Vestir al niño con ropa que pueda fácilmente quitarse solo. Por ello el verano es un periodo propicio ya que a veces simplemente llevan la ropa interior.
- Aprende a identificar algunos signos. Por ejemplo sí bailotea…ya sabemos qué significa ¡llévalo al orinal!
- Otra alternativa puede ser ponerle en el orinal a horas fijas, por la mañana, antes/después de la siesta, después de cada comida,etc. Aunque en un principio sea un poco forzado la idea de una rutina puede ayudarle a conseguir autonomía.
- Para los niños autistas se pueden instalar secuencias de pictogramas para que pueda comprender cada gesto. Si utiliza el método ABA con su hijo puede ser de gran ayuda los reforzadores para motivar. La gama IDEO PICTO es un sistema portátil de pictogramas magnéticos listo para usar, lo que permite crear fácilmente secuencias.
No dudes en motivarlo y felicitarlo, siendo razonable. Tu hijo se sentirá así orgulloso de haberlo conseguido y querrá volver a hacerlo. Y sobre todo no dramatizar, ni castigarlo en caso de accidente. ¡Buena suerte!
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