El origen del enfoque Reggio se sitúa en Italia, en la región del norte de Reggio Emilia. Este enfoque es utilizado en una treintena de municipios y jardines de infancia de esta región desde los años 60. El enfoque Reggio reposa sobre una visión humanista del ser humano y una idea democrática de la sociedad. Así como el enfoque preconiza la ausencia de jerarquía en los jardines de infancia y donde la dirección concierne a los educadores y los padres. Reggio toma en cuenta 3 elementos primordiales: el niño, el educador y el lugar de aprendizaje.

Los niños

Los principios detrás del enfoque son similares al Montessori en la medida de que los dos conceptos consideran al niño naturalmente curioso y capaz de aprender desde el nacimiento. Está motivado por lo que hay que darle las herramientas necesarias. Reggio integra también las teorías del desarrollo y de la socialización según, por ejemplo, Piaget. Los niños se distinguen por su energía y su creatividad, así como por una cultura individual propia, donde realidad y fantasía están íntimamente ligadas.

 

Aprenden a diario gracias a sus experiencias, su exploración y sobre todo gracias a sus descubrimientos, sus vivencias, su percepciones. Hablamos de «cien lenguajes del niño» que corresponden a las palabras, imágenes, juegos de rol o actividades diversas que exprimen todos estos descubrimientos y llevan a la comprensión. » Los niños necesitan libertad para apreciar los infinitos recursos de sus manos, de sus ojos y de sus oídos, los recursos de las formas, de los materiales, los sonidos y los colores» Loris Malaguzzi

Los niños se expresan de cien maneras diferentes y todos los lenguajes poseen su propia capacidad expresiva. No hay jerarquía en los modos de expresión, que sea la pintura, la escritura, teatro, fotografía, marionetas…

El educador

El educador es el acompañante del niño poniendo a su disposición el material que le permitirá aprender. Crea una atmósfera de bienestar, de confianza, y de diálogo. Escucha al niño y le observa, apoya, con un acompañamiento activo el descubrimiento del niño. Comunica y relata el progreso experimental conseguido por el niño y aconseja a los padres.

La bandeja descubrimiento es una herramienta abierta y sensorial que corresponde a la filosofía Reggio

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El espacio Reggio

Los espacios son considerados como el «tercer educador». Los espacios Reggio comunican entre el exterior y el interior. Son espacios abiertos, simples, ordenados, con luz natural, sitio para moverse y el acceso libre a actividades y a diferentes materiales. El lugar de aprendizaje puede descomponerse en diferentes espacios. Algunos ofrecen al niño la seguridad permitiéndole corregirse. Otros proponen actividades como talleres. Las salas reservadas a la creación y al descubrimiento están abiertas y los niños y educadores pueden completarlas o arreglarlas según sus necesidades. Encontramos típicamente espejos de diferentes formas, rincones para disfrazarse, teatro de sombras, buzones de cartas, proyectores y lámparas. Todo interpela al niño y le incita a adoptar otro rol y comunicar con los otros.

El material

El material es elegido por sus cualidades estéticas y sensoriales: ¿cuáles son las sensaciones aportadas?. ¿El objeto invita a la exploración?, ¿estimula la curiosidad?

Reggio preconiza la utilización no exclusiva de material natural (guijarros, hojas, madera) y /o de productos de madera.

Se intenta dar preferencia a la utilización de material «abierto» que pueda ser transformado por el niño estimulando su imaginación.

 

 

 

La luz

La luz y las sombras son una parte importante de la pedagogía Reggio, sobre todo la utilización de la mesa luminosa. Podemos realizar la mesa para crear mosaicos, pintar… con esta herramienta el niño observa el mundo que le rodea de manera diferente.

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Los espejos

Los espejos son muy habituales en los espacios Reggio.

Los espejos se utilizan a menudo en el descubrimiento de uno mismo para enriquecer algunas actividades alrededor de un proyecto artístico por ejemplo. Los espejos pueden utilizarse como superficie de trabajo para separar botones, perlas, canicas…como soporte de descubrimiento, para explorar las dimensiones, las perspectivas y la simetría. Lo que permite al niño abordar las nociones de geometría. También pueden utilizarse como un soporte artístico que invita al niño a pinta sobre el espejo con la pintura de manos, o jugar con la luz y sus reflejos.

Normalmente un espacio Reggio propondrá: fulares, disfraces ya que pueden convertirse en cualquier accesorio (capa, cola…), cubos de construcción de madera, muestras diferentes telas con tactos diferentes…

También habrá tapones, rodillos, hojas de pino, cortezas de árbol… figuras de plástico.

 

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